Hace poco más de una semana que A Link Between Worlds, la nueva entrega de la saga The Legend of Zelda para Nintendo 3DS, fue lanzada al mercado en nuestro paÃs. Seguro que muchos de vosotros lo estaréis ya jugando (e incluso terminándolo). Para aquellos que se hayan atascado, en los próximos dÃas publicaremos una serie de mini-guÃas dedicadas a aquellas partes más complicadas y tareas secundarias que podáis dejar de lado sin querer.
En esta primera mini-guÃa vamos a derrotar al jefe del Templo de las Sombras. Este enemigo final puede costarnos más de lo que en un principio podrÃamos pensar si no llevamos la estrategia correcta y aunque el enemigo en sà no es demasiado complicado, hay que utilizar los Ãtems adecuados o de otra forma no le haremos ni un rasguño.
Nada más entrar en la habitación en la que nos enfrentamos a él, podremos ver que está todo a oscuras y en un principio vacÃa. Basta con prender las antorchas que hay en las esquinas de la sala para que el chucho asome su hocico por la habitación. Acorazado por todas partes y con rupias incrustadas como premio, si intentamos atizarle con la espada veremos que no le causaremos ni un solo rasguño, por lo que tendremos que proceder a librarnos de su molesta armadura. Para ello tendremos que coserle a bombas, tirándoselas directamente a su cuerpo, o de lo contrario no servirá de nada. A medida que vayamos repitiendo el proceso se le irán cayendo las partes de la armadura y dejándonos las rupias incrustadas para que llenemos la saca.
Una vez hecho esto, este perro del demonio dejará al descubierto un punto rojo en su cabeza, y como es obvio, tendremos que darle con cualquiera de nuestros items. Hay que tener especial cuidado porque se irá volviendo cada vez más rápido y, si nos descuidamos, acabaremos con la pantalla de game over sin apenas darnos cuenta.
Tras unos cuantos golpes, este peculiar jefe apagará las antorchas que habÃamos encendido al principio del combate y la sala se sumirá en tinieblas, haciendo de paso que jefe se vuelva invisible. Para poner remedio al asunto, deberemos encender de nuevo las antorchas, lo cual dejará al enemigo sin su camuflaje y podremos seguir cosiéndole a golpes hasta que acabemos por fin con él.
Es posible que en este proceso, si no somos lo suficientemente rápidos, que el jefe vuelva a apagar las antorchas una vez más, ante lo cual deberemos de nuevo encenderlas.