Desde que empecé hace tres días Ori and the Blind Forest tuve unas ganas enormes de terminarlo cuanto antes y poder hacer su respectivo análisis. Hacía mucho tiempo que no me topaba con un juego así, pues si bien es cierto que el año pasado tuvimos algunos intentos fallidos como Child Of Light, esta vez Ori and the Blind Forest sí que consigue todo lo que se propone.
El análisis lo he realizado en dos formatos, un vídeo bastante más visual con gameplay del propio juego y esta opinión escrita. Vosotros decidís cuál de los dos preferís, aunque recomiendo que optéis por ambos pues más que dos opciones separadas son dos cosas que se complementan perfectamente. Dicho esto, espero que disfrutéis del análisis.
Ficha del producto
- Desarrollador: Moon Studios
- Distribuidor: Microsoft
- Lanzamiento: 11 de marzo de 2015
- Género: Plataformas y aventuras
- Idioma: Texto en español y voces en inglés
- Multijugador y cooperativo: No tiene
Apartado visual y banda sonora
Empezando por lo primero que nos entra por los ojos, el apartado visual y estético de Ori and the Blind Forest es mágico. Fijaos bien que no he querido utilizar la palabra “gráficos”, pues mucha gente suele asociar este término a que si se ve de forma real es mejor y si no es algo negativo. Ori le pega una patada a todos los juegos punteros de hoy día y prácticamente los supera a todos por su belleza y personalidad propia.
No hay una forma de poder describir fielmente lo que podemos sentir en este juego, pero si debemos catalogar algunos videojuegos como arte, Ori and the Blind Forest lo consigue sin pestañear.
Si hablamos de su banda sonora nos encontramos en el mismo punto. Por mucho que lo intentase no sería capaz de utilizar las palabras adecuadas para explicar su belleza, así que creo que es algo que hay que vivir de forma personal. Temas bonitos y tranquilos, temas que consiguen que sientas la situación del momento, temas que logran maravillarte por lo que estás jugando… La banda sonora de este juego es un diez, no hay mucho que discutir.
Historia y personajes
Sobre su historia no puedo decir mucho pues no es algo en lo que los desarrolladores se hayan centrado. Ori nos plantea una historia simple de aventuras propia de un cuento o de una película de dibujos animados.
Apenas hay texto en el juego, y más allá de su locutor o el hada que nos acompaña durante la aventura no hay apenas líneas de dialogo. Todo es muy gráfico y por imágenes, pero aun así es una historia bastante bonita y que nos cautiva desde el primer minuto, por lo que a pesar de ser simple me parece muy acertada.
Para mí el mayor logro del juego en este apartado es que con muy poco puede hacernos sentir mucho. El mayor exponente es su introducción, pues con apenas diez minutos consigue conmovernos y hacer que nos preocupemos por los personajes. Sin duda es un juego que nos mete en la historia desde el principio, por lo que aunque sea una historia sencilla, está muy bien contada.
Jugabilidad y desarrollo
Llega el momento de analizar los puntos más espinosos del juego. Quiero dejar claro desde un principio que la jugabilidad de Ori and the Blind Forest es bastante buena. Nos recuerda mucho a ese género que crearon juegos como Castlevania y Metroid, teniendo un mapa 2D muy grande en el que iremos consiguiendo habilidades para dar media vuelta sobre nuestros pasos y pasar por zonas que antes no podíamos.
Los poderes son bastantes variados y divertidos, basándose prácticamente todos en aumentar nuestra movilidad, por lo que acabaremos prácticamente volando por el mapa a una velocidad increíble.
El sistema de combate es bastante simple y quizá sí podría haber sido mejor. Junto a nuestro protagonista Ori, llevaremos con nosotros una pequeña hada que será la encargada de hacer daños a los enemigos mediante proyectiles. Podremos subir las cualidades de los disparos, haciendo que estos hagan más daño, reboten en los enemigos o se recarguen antes.
Esto se consigue mediante un sistema de puntos de habilidad ligado a niveles. Matando enemigos o consiguiendo esferas de experiencia iremos subiendo niveles y mejorando a nuestro personaje en tres ramas: ataque, mágica y utilidad.
Sin duda el control de Ori and the Blind Forest es excelente, y esto se consigue gracias a unas animaciones increíblemente pulidas y bien realizadas. La sensación de control que nos da un juego de plataformas es un punto importantísimo, ya que tenemos que notar que el personaje se mueve como nosotros queremos, hacia donde nosotros queremos y cuando nosotros queremos. El tipo de habilidades que vamos desbloqueando en el juego nos ayuda mucho como dije anteriormente, por lo que el apartado jugable de Ori es un notable muy alto rozando en algunas ocasiones el sobresaliente.
Una dificultad y sistema de guardado un tanto especial
Llegamos al mayor error del juego para mí. En Ori and the Blind Forest tenemos dos barras en la interfaz del juego: una de vida y otra de magia. La de vida pues como podéis imaginar tiene la función convencional, si llega a cero moriremos y tendremos que reintentar desde donde hayamos guardado. Ahora, las esferas azules se utilizan para usar la mecánica de guardado del juego.
En el juego siempre que tengamos una de estas esferas completa podremos guardar la partida donde queramos, y aunque es algo nuevo y se agradece el intento por innovar, esto provoca que el juego se vuelva demasiado fácil. Durante el ochenta por ciento del juego no tendremos problema alguno con los niveles, siendo estos bastantes asequibles teniendo en cuenta que prácticamente siempre que queramos podemos guardar nuestro progreso.
El problema viene cuando en zonas muy específicas del juego la dificultad se dispara a puntos incluso desesperantes. Esto coincide siempre con una persecución o momento tenso del juego, por lo que el sistema de guardado normal del juego no funciona y siempre que muramos tenemos que volver a empezar.
¿Dónde está el problema? En que estos momentos no dependen de nuestra habilidad como jugador, si no de que nos sepamos el patrón de la persecución. En un juego de plataformas que se basa en nuestros reflejos y rapidez como Ori, no encajan este tipo de escenas donde, sin exagerar, necesitaremos veinte o treinta intentos para completar la fase. Esto hace que la sensación de juego quede un poco manchada, ya que en ocasiones puede llegarnos a frustrarnos lo injusto de la situación.
Conclusiones
80
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p> Es un juego que me ha enamorado desde el minuto uno, pero si es cierto que su único gran fallo puede llegar a empañar el producto final. Aun así como experiencia, y no como juego, le doy un diez sin problemas, por lo que recomiendo a todo el mundo que lo juegue, lo disfrute y se deje llevar por su maravilloso mundo.
Lo mejor
– El videojuego hecho arte, visual y musicalmente perfecto – Un control muy logrado y fluido, increíblemente disfrutable – Conmovedor y tierno desde el minuto uno
Lo peor
– Su ridícula dificultad en puntos concretos logra quitar la epicidad del momento – Quizá a algunos les pueda parecer corto, no fue mi caso