Los usuarios de FIFA 13 estamos de enhorabuena, después de dos meses de sufrimiento por un juego inestable y mal optimizado. Esta misma semana Origin ha filtrado a través de su plataforma digital una nueva actualización que ha corregido todos los errores que se venían acarreando desde la fecha de lanzamiento del juego. Cierto es que ha costado dar con la tecla, ya que el título había recibido varias actualizaciones que supusieron un auténtico desastre y que agravaron aún más las carencias originales.
Sin duda, los programadores han visto las orejas al lobo cuando se han dado cuenta que las navidades están a la vuelta de la esquina. De haber persistido los problemas, la balanza podría haberse inclinado en favor de su principal competidor, PES 2013, que ha mostrado un comportamiento sólido en todas las plataformas y un rendimiento espectacular en ordenadores con tarjetas gráficas potentes. Aun así, no es de extrañar que esta vorágine de despropósitos le pase factura en próximas ediciones.
Por ahora, los fallos de sincronización, pérdida de estadísticas, desconexiones de los servidores y cierres inesperados de la aplicación parecen cosa del pasado, así que no queda más que exprimir al máximo las posibilidades de un fantástico título que promete muchas horas de diversión y esperar nuevas actualizaciones que mejoren las prestaciones y fiabilidad de un software que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza.