Superarse a si mismo
Gran Turismo 3 fue un título de enorme calidad, un juego que ponía el listón muy alto (una vez más), no sólo a sus competidores sino a la cabeza pensante del juego, Kazunori Yamauchi, y a su equipo. Después de un juego que recibió los halagos de la prensa internacional con numerosas puntuaciones perfectas y que fue una de las razones del enorme impulso en ventas que PlayStation 2 recibió en el año de su salida, superar eso no era tarea fácil. Además Microsoft y Turn 10 decidieron plantar cara al monstruo que era Gran Turismo con Forza Motorsport, una saga que seguía sus pasos y que con el tiempo ha sabido posicionarse de la altura de la saga de Polyphony Digital.
La respuesta que puso sobre la mesa Gran Turismo 4 fue, en parte, la misma que Gran Turismo 2. Ofrecer más, mucho más. Más coches, más pruebas y más modos de juego. En definitiva, dar otro paso hacia adelante en la difícil carrera de ofrecer el simulador de coches definitivo.
Gran Turismo X 4
Polyphony Digital tuvo que acortar las miras con Gran Turismo 3, ya que crear un nuevo motor gráfico, la adaptación a una nueva consola y la presión de lanzar el juego cuanto antes fueron factores determinantes por los cuales el juego tenía menos coches que Gran Turismo 2. Aunque aliviados en parte de estos problemas, Yamauchi y los suyos tenían claro la máxima de que sacarían el juego cuando estuviera listo. Así que nada más y nada menos que el juego tardó más de 3 años en lanzarse al mercado, a finales de 2004.
Sony, que seguía dando esa libertad, tan apreciada, a su equipo para tardar lo que quisiera en Gran Turismo, creó el fantástico plan de lanzar un cacho del juego y cobrar 30 euros por ello. El invento se llamaba Gran Turismo 4 Prologue, con el cual los compradores podían disfrutar de una demo, quiero decir una parte del juego, para saciar sus ansias de más Gran Turismo, y poder tener ciertas ventajas cuando el juego final se lanzase al mercado.
El experimento salió bien, y se vendieron más de 1 millón de copias de la demo, quiero decir de Gran Turismo 4 Prologue. Dejando atrás esto, Gran Turismo 4 llegó al mercado con las ideas muy claras y el juego estaba dispuesto a convertirse en el nuevo salto hacía esa utopía del simulador de coches perfecto, que los chicos de Polyphony Digital parecen buscar en cada nueva entrega: más de 700 coches de todas las épocas y 80 constructores distintos (por primera vez Seat hace acto de presencia), nuevos modos de juego como el B-Spec, más pruebas, más configuraciones, etc.
Gráficamente, el juego exprimía al máximo las posibilidades de la PlayStation 2, algo que quedaba patente en el modo foto, donde podiamos coger nuestro coche y crear imágenes espectaculares en distintos escenarios. Entre los otras novedades destacadaba el B-Spec, un intersante añadido donde nos convertíamos en jefe de carreras y teníamos que administrar a nuestro corredor con distintas órdenes, un curioso modo de juego que no mucha gente sabría apreciar.
Pero es en el modo Gran Turismo, en el cual sacamos nuestros coches al asfalto, donde está la verdadera esencia de la saga. Las físicas y la conducción vieron mejoras con comportamientos en las curvas y en otras situaciones aún más reales. Pero por desgracia a cuanto más real es la conducción más ciertas cosas se echan de menos, como la total falta de daños en los vehículos. Después de juegos como Burnout, en los cuales los coches podían deformarse por los choques hasta quedar nada más que en chatarra, se echan en falta un modelo de daños que penalice nuestra forma de conducir y evite las famosas técnicas del colchón o utilizar las barreras para frenar, o porque no, poder volcar nuestro coche.
Por otra parte, la I.A seguía siendo un problema después de cuatro entregas. En Gran Turismo 3 esta ya pedía a gritos una mejora, pero en la cuarta entrega ya era un clamor mundial. Era uno de los aspectos en los cuales la competencia le superaba en todos los sentidos. Pero a pesar de estos fallos, no cabe duda de Gran Turismo 4 era una entrega de la saga increíblemente refinada y con una cantidad de contenido que las distanciaba de cualquier juego similar. Una despedida de lujo a la PlayStation 2.
Y yo también me despido hasta la semana que viene con el último juego de la saga, Gran Turismo 5, un juego que sin duda se hizo de rogar. ¡Nos vemos!
Estupendo como siempre! 🙂