Retrocedemos en el tiempo para llegar al año 1998, año en que EA se hace con los estudios Westwood Studios y por consecuente su obra más prolífica y popular Command & Conquer. La serie de Command & Conquer ya había conocido el primer título y la rama de Red Alert abría todo un abanico de posibilidades jugables que lo convirtió en uno de los juegos más amigables para el jugador de la época (allá por 1996).
Mientras que Red Alert se centraba en una realidad alternativa que tenía lugar en los años 50, la serie que nació a partir de la adquisición de EA de Westwood Studios, Tiberium, se ubicaba en un contexto más cercano a la ciencia ficción. Generals, por su parte, es la tercera extremidad de C&C. Nació en 2003, y, por primera vez en la saga, se trataba de un RTS (estrategia en tiempo real) completamente en 3D.
Ahora estamos en 2013, y los tiempos han cambiado. Hemos visto nacer un género, rellenar los huecos y regenerarse a cada año que pasaba pero, ¿que encontraremos en el nuevo Command & Conquer? Creo que es más importante tener en cuenta que nos encontramos ante una reformulación de la serie desde lo más hondo de su existencia. Me refiero al paso al modelo free-to-play.
Los chicos de EA Victory Games trazaron varias de las directrices que les llevan adelante en esta aventura. Lo primero que dejaron claro es que el equipo está volcado con la fidelidad a la saga. No sólo se trata de que consigan mantener la esencia visual del juego y de mecánicas, sino ese “algo” característico que atrajo a tantos millones de jugadores hasta donde hemos llegado.
La segunda máxima para el equipo es alejarse de uno de los cánceres del free-to-play: el concepto del pay-to-win. El equipo quiere que todos los jugadores tengan las mismas posibilidades de ganar y derrotar a sus contrincantes. Nada de ventajas para la obtención de recursos o la generación de unidades, tan sólo, si eso, acelerar algunos procesos, pero nada de ello será determinante para inclinar la balanza a tu favor.
En cuanto al juego en sí, se compone principalmente de cuatro modos: Deathmatch, Dominación, Escaramuza solitaria y Co-op onslaught. Creo que los nombres de los modos hablan por sí solos, pero en el caso del último, os comento que se trata de un modo cooperativo en el que tendremos que repeler oleadas de enemigos que llegan desde diversos puntos del mapa. Es un concepto últimamente más aplicado a shooters, pero que no deja de ser adictivo y desafiante en cualquier contexto de juego.
Por último, cabe destacar la presencia omnipotente del motor Frostbite 2. En un juego como Command & Conquer, en el que las explosiones y la destrucción de edificios y vehículos está tan presente, un motor como este le viene como anillo al dedo, y supongo que será para más de uno un aliciente para acercarse a catar los bondades de este mundo bélico.
Espero que la vistosidad del Frostbite y las monedas virtuales realmente no dejen cegados a los desarrolladores y sigan fieles a sus palabras de respetar la línea sucesoria de uno de los RTS más valorados y respetados de todos los tiempos.
Si alguno quiere acceder a la posibilidad de obtener la beta que entre aquí.
Sí señor, qué clasicazo nos reviven. Estos de EA son unos expertos en estos de revivir juegos. A ver si las otras grandes se aplican el cuento!!
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