En Las Mejores Sagas estamos más que acostumbrados a ver como suele haber un bajón de calidad, una enfermedad llamada “secuelitis”. Se puede decir que es casi inevitable que cuando más entregas y tiempo, más probable es este declive. Así en parte sucedió con Escape from Monkey Island que es muy posible que sea la peor entrega del juego. Por suerte Telltale, compañía que tiene en su plantilla ex-trabajadores de Lucas Arts, reanimo la saga con Tales of Monkey Island.
Con mucho menos humor
Escape From Monkey Island es como aquel amigo que te encuentras años después y te das cuentas que sus gracias infantiles ya no te hacen tanta gracia. Visualmente el juego usa el motor gráfico GRIME, usado en Grim Fandango, una de las últimas obras maestras de Lucas Arts en el género. Así que tenemos una agradable mezcla de escenarios estáticos y personajes en 3D. Personalmente considero el estilo de dibujos animados de la tercera entrega mucho más agradable. Aun así en la época en que salió el juego los gráficos eran uno de sus puntos destacables.
En el tema de la jugabilidad no hay muchas diferencias, estamos ante una aventura gráfica tradicional con puzles y mucha exploración. Los puzles son bastante difíciles esta vez e incluso algunos de ellos son aleatorios así que la solución será diferente cada vez que juguemos. Pero a pesar de que en el aspecto de la jugabilidad mantiene el tipo es en la calidad de los diálogos y el humor donde el juego falla.
Los personajes ya no tan son carismáticos como en las anteriores entregas y el humor esta destilado de tal forma que tiene un sabor infantil e incluso acaba siendo cansino. La mejor demostración de esto es que las grandes batallas con insultos de los anteriores ha sido remplazado por un soso mini juego llamado Monkey Kombat. Definitivamente no es un mal juego, pero le falta la esencia que hizo de los anteriores verdaderos clásicos.
Recuperando la forma
En 2009 LucasArts delego la responsabilidad de una nueva entrega de Monkey Island a Telltale. Una compañía que se ha especializado en aventuras gráficas con éxitos como el reciente juego de Walking Dead. Una buena decisión, ya que Telltale cuenta miembros que pasaron por Lucas Arts, de hecho Dave Grossman, que trabajo en Monkey Island 1 y 2, es el director de diseño de Tales of Monkey Island.
El juego dividido en 5 capítulos nos lleva otra vez a un nuevo intento de Le Chuck de hacerse con la bella Elaine. Por supuesto Guybrush deberá evitarlo acabando en otra nueva gran aventura. El aspecto gráfico del juego no destaca especialmente en los tiempos que corren, pero eso es lo de menos. Con Ron Gilbert haciendo de asesor y el buen hacer de Telltale, Tales of Monkey Island es una gran aventura gráfica.
Los diálogos y el juego en general recuperan el humor característico de las primeras entregas aunque sin llegar a esa calidad. El resultado es una aventura gráfica notable y divertida que pone punto y final, esperemos que no para siempre, a la saga.
La semana que viene le toca el turno a las curiosidades, acabando así con el recorrido a Monkey Island. ¡Nos vemos!
