Venimos a hablaros de un gran título que ha dejado muy buen sabor de boca a la mayoría de personas que lo han probado, Skyrim: The Elder Scrolls V. En este juego, hay una gran cantidad de objetos que puedes recoger, vender o usar.
Todo el mundo tiene una forma de recoger ítems, quizás eres de los que vende todo de inmediato, de los que no se deshace de absolutamente nada, etc. Seas lo que seas, seguro que coincides más o menos con alguno de los seis personajes que ha recopilado Dorkly de una forma graciosa en este cómic.
El minimalista
Te conviertes en un minimalista cuando has jugado a un par de títulos de este género y sabes el dolor que causa que el propio juego te diga que llevas demasiados objetos en tu inventario. Cuando esto ocurre, empiezas a hacerte muy pesado y a andar realmente lento. Después de dolorosos viajes buscando desesperadamente mercaderes para deshacerte de los pesados huesos de dragón, empiezas a comprender que no debes llevar lo que no vayas a utilizar.
Este tipo de jugador dejará la recolección de ítems para otro que tenga mucho tiempo en sus manos. Pero ten cuidado, aunque ganes mucho tiempo viajando, no te olvides de ningún objeto importante en casa.
El maximalista
Si eres un maximalista es porque debes tener mucho tiempo libre. Estás totalmente consumido por los valores de los objetos que tienes en tu inventario, pero, ¿quién no iba a estarlo?. ¡Ese cubo que tienes desde que comenzaste a jugar no va a venderse nunca!. Ese y los otros trece cubos que guardas cuentan contigo y no puedes fallarles.
Debes mantenerte fiel a estos objetos hasta que les encuentres un nuevo hogar sin que tus piernas se destrocen por el camino. La opción de andar rápido quedará inhibida y tendrás que elegir los cubos que morirán y los que sobrevivirán en tu inventario. Aunque tengas la alternativa de guardar los objetos de tu inventario en algún cofre, sabes que nunca lo vas a hacer para que no te falte absolutamente nada en tu arsenal.
El sentimental
Tú no tienes un inventario, lo que tienes es un libro de recortes en el que guardas desde los trapos que vestías el día que el dragón atacó Helgen hasta la nota que conseguiste al matar a tu primer asesino. Ah, y también el primer puñal de hierro que te fabricaste. ¿Y qué me dices de esa flor que cogiste?.
Cada uno de estos objetos forma un adoquín en el camino de tu vida y debes guardar cada uno de ellos hasta el final del juego. Si acabas llegando al final de la historia, tu índice de armadura será pésimo debido a que seguirás usando el primer casco que encontraste, también ocasionarás poco daño por usar ese martillo que encontraste en Lucero del Alba y del que no te puedes despegar.
El glotón
Estos son los jugadores que tienen un pozo sin fondo en vez de una boca. Tu inventario estará compuesto por todo tipo de alimentos, para que no te falte de nada. No hay nada que no puedas empujar por tu enorme garganta, ¿Huevos de araña? Puedes con ellos. ¿La carne rancia de una rata de cloaca que ha estado en una mazmorra encerrada debajo de una piedra? ¿Por qué no?. ¿Carne humana? Claro que sí, ¡sólo se vive una vez!.
Este estilo de juego también tiene una parte buena, no le tendrás repugnancia a nada y nunca se dará la posibilidad de que mueras de hambre. Después de todo, ¿por qué no en vez de beber una poción en la batalla nos tomamos unas 50 patatas y un trozo de perro?.
El gracioso del grupo
¿Te crees demasiado inteligente? Con tu elegante sombrero, tus zapatos de payaso, pero, ¿dónde están tus pantalones?. Sí, conocemos tu estilo, sabemos que eres de los que colecciona teteras y cubos para después ponérselo en la cabeza al primero que veas, o incluso bloquear puertas para ver la reacción de los que intentan abrirla.
A este tipo de jugadores se les suele denominar trolls. Seguramente habrás hecho a tu personaje lo más feo posible, con ojos alejados entre sí, una cara gorda y unos labios de pez. La razón por la que creas una abominación genética en el juego es simple; estás cansado de ser increíblemente atractivo en la vida real.
El aniquilador de mariposas
No hay nada que te guste más que una mariposa, específicamente sus alas. Está claro que ellas no se defienden, pero aún así siguen siendo monstruos, ¿no es verdad?. Vale, sabemos que coges esas mariposas por sus pequeñas alitas. Sólo quieres rasgar, rasgar y rasgar hasta que el aliento de las dulces mariposas salga por sus pequeños pulmones.
Su peso sólo te permite llevar en tu inventario tres mil alas, pero estás de suerte, hay muchos cofres en los que puedes almacenar más de estas. Pero, ¿habrá suficientes cofres? Por supuesto que no. Cuando no queden más, tu exterminio habrá acabado. ¿No prefieres que esas pobres mariposas sigan volando a su libre albedrío por las preciosas praderas de Skyrim?.
El que realmente va por el camino correcto
Cuando decides ser este tipo de jugador, que ha añadido el autor cómo un coleccionista extra, significa que has entendido perfectamente el fundamento del juego. No tienes por qué mover un sólo dedo nunca más para realizar cualquier acción que requiera algún esfuerzo físico, ¿por qué no dejas que Lydia lo haga todo por ti?. Razona un poco, ¿eres el maldito Sangre de Dragón, verdad?. Eres demasiado poderoso como para poder permitirte el lujo de malgastar tanto tiempo en toda esta basura.
Pensamos que el creador ha terminado el cómic de una forma bastante interesante, riéndose de lo que de verdad ocurre en este juego. Pongámonos en situación, eres el Sangre de Dragón, la única esperanza para esta tierra infectada de dragones, etc. A pesar de todo esto, los guardias te atacan y la mayoría de las personas te desprecian. ¿Es un poco irónico no?.
¿Te has sentido identificado con alguno de los seis coleccionistas? Puedes dejarnos en los comentarios qué personaje se asemeja más al tuyo y tu experiencia en el mundo de Skyrim. Si juegas a este título en la plataforma PC, te recomendamos que te pases por esta serie de mods con los que disfrutarás cambiando un poco las reglas del juego.