La crisis de la creatividad

Es de analizar la falta de originalidad en los títulos que han acompañado a la presente generación de consolas. Si nos centramos en el catálogo de las principales máquinas actuales, Xbox 360 y PS3, podemos comprobar que dentro de sus títulos principales encontramos juegos con una gran calidad, pero que pecan de repetir una y otra vez las mismas mecánicas de siempre.

Juegos deportivos, shooter en primera o tercera persona copan lo mas alto de las listas de ventas tanto dentro como fuera de nuestro país. Pero el dato mas significativo de todo esto es que la mayoría de estos títulos vienen acompañados de un número que indica el orden que tiene dentro de la saga, es decir que son secuelas de otro títulos de éxito.

Por tanto podemos considerar que esta generación se ha centrado en secuelas que pocas o ninguna novedad aportan al género al que pertenece. Pero, ¿cuál es el motivo de esta tendencia?

El incremento exponencial que han sufrido los costes de desarrollo de un videojuego en la presente generación llegando a necesitar inversiones millonarias para la creación de un título de primer nivel es el principal factor a tener en cuenta. Esto aumenta muchísimo el riesgo de la inversión que supone desarrollar un videojuego y por tanto las compañías tratan de minimizar las posibilidades de fracaso del mismo. Y la mejor manera de hacerlo es apostar por títulos que saben que van a tener éxito, apoyados en el número de ventas de la precuela de rigor.

Sagas como Halo, Uncharted, Mass Effect, Gears of War, Gran Turismo, Forza, Fable o Killzone, por poner algunos ejemplos, han tenido varias entregas durante la presente generación asegurando las ventas millonarias a cada uno de sus títulos.

Esta tendencia a las secuelas no es algo nuevo, no nos vamos a engañar, en la generación de PS2 ya se podía vislumbrar un atisbo de la misma, pero no ha sido hasta esta generación cuando lo que anteriormente era una tendencia se ha convertido en una norma.

Evidentemente como en todos los casos hay excepciones. Títulos como L.A. Noire, Heavy Rain o Mirror`s Edge han apostado por ofrecer algo de originalidad en su mecánica pero se pueden considerar como casos aislados, y por desgracia con algunos de ellos, ni siquiera han sido acompañados de unas ventas al nivel de la calidad del título.

Pero no todo va a ser negativo en cuanto a la originalidad de los títulos en la presente generación. La aparición de los nuevos canales de distribución digital en ambas consolas de sobremesa, XBLA y PSN, han servido para que compañías con menos recursos pero no menos talento que los grandes señores de las secuelas, hayan inundados de títulos de calidad y originalidad nuestros sistemas de entretenimiento favorito.

Solo hace falta echar un vistazo a los bazares de venta para encontrar títulos de un nivel altísimo que si han aportado la originalidad que echábamos en falta en las estanterías de nuestra tienda de videojuegos favorita.

Braid, Limbo, Flower, Journy o el de origen patrio Rotor’scope, son ejemplos del tremendo nivel de los juegos que podemos encontrar buscando en estos canales y que han aportado la creatividad que le faltaba a la generación.

Conclusiones

Podíamos decir que sí, que la industria esta embarcada en una crisis de originalidad debido a la necesidad imperiosa que marca el echo de que los videojuegos para las compañías son meramente un negocio mas.

Esta necesidad de hacer de los videojuegos un negocio rentable sumada a el aumento de los costes de producción de los mismos ha llevado a la industria a apostar poco por la originalidad y mucho por las secuelas.

Pero también tenemos que dar gracias por XBLA y PSN. Sin ellos jamás podrían haber llegado títulos como los que disfrutamos en la actualidad en su catálogo de ventas, ya que han permitido la aparición en escena de pequeños estudios y trabajos de autor que han llenado de originalidad cada uno de los rincones vacíos que habían quedado en nuestros sistemas de entretenimiento digital.