Xbox 360 y PlayStation 3, PlayStation 3 y Xbox 360, tanto monta monta tanto. La escasa fiabilidad de las consolas que tanto Microsoft como Sony pusieron a la venta en 2005 y 2006 respectivamente, han tenido en jaque tanto a fabricantes como a usuarios durante un buen puñado de años. Repasemos los errores que nos han aportado cada una de ellas.
Xbox 360
Si ha existido en la historia de las videoconsolas un error característico, capaz de marcar a una consola de por vida, ese ha sido el caso de Xbox 360.
En su afán por adelantarse a la competencia en la salida a la venta de su nueva consola, Microsoft pecó de un fallo grave en el diseño del hardware de su Xbox 360. Este error de diseño, junto con una fase de prueba que, a la larga, se ha demostrado que no fue lo suficientemente eficiente, desembocaron en el mundialmente conocido error de las tres luces rojas.
Como todo componente electrónico, los videojuegos no están exentos de un ligero porcentaje de error que entra dentro de lo considerado normal. El porcentaje de consolas enviadas al servicio de reparaciones de Microsoft superaron por mucho lo que se puede considerar como normal, por lo que el diseño de la máquina quedó más que en evidencia.
Pero en su empeño por reparar este problema, Microsoft se topó con otro de similares características, pero que se representaba de una forma distinta el Error 74.
Por si todo esto no fuera bastante, a las lunes rojas y el E74 hay que sumarle un problema que se descubrió al poco de poner la consola en el mercado. El lector de Xbox rayaba algunos discos de forma indiscriminada, independientemente del fabricante del lector, aunque más acentuado en los fabricados por Toshiba.
En resumen, todo un cúmulo de errores que pusieron en evidencia, de forma más que justificada, la fiabilidad de una máquina con un hardware y diseño más que atractivos.
A pesar de todos estos errores hay que reconocer el esfuerzo por parte de Microsoft para subsanarlos. Desde la multitud de revisiones de hardware que han ido acompañados de un aumento de fiabilidad hasta la total eliminación de los errores anteriormente mencionados, hay que sumarle el aumento a 3 años de garantía para las consolas con estos errores y el sistema de sustitución de juegos dañados por los lectores de la consola.
Evidentemente lo ideal sería que estos fallos nunca se hubieran producido, ya que con más tiempo y pruebas eran evitables, pero una vez llegados a ellos, es digno de elogio la cantidad de dinero que ha invertido Microsoft en este aumento de garantía y el esfuerzo empleado en repararlo.
PlayStation 3
El sistema de sobremesa de Sony tampoco estuvo exento de polémica en cuanto a errores de hardware se refiere. Si para Xbox sufrimos el anillo de la muerte, el error de las 3 luces rojas, el sistema PlayStation 3 se encargó de obtener por sus propios méritos un error de similares características que dejaba inutilizado el sistema y que pasó a ser conocido como la luz amarilla de la muerte, para mantener el paralelismo con su competidora.
Sony se limitó a declarar que la tasa de fallos de sus sistema PlayStation 3 se encontraban dentro del porcentaje considerado normal para errores de hardware, pero varios estudios demostraron que lo superaban con creces.
Pero el error de la luz amarilla no fue el único que afectó a PS3. El 1 de marzo de 2010 prácticamente todos los modelos de la consola, exceptuando el sistema Slim, dejaron de funcionar de forma correcta. Un error interno en la gestión del reloj del sistema provocaron la apodada como ApocalyPS3.
La incorrecta detección de año 2010 como año bisiesto provocó que los usuarios no pudieran conectarse a PlayStation Network, sincronizar trofeos o simplemente arrancar sus juegos instalados en el sistema. Dos días después de ser detectado el problema Sony corrigió la gestión del reloj de la consola permitiendo a los usuarios volver a la normalidad, aunque no fue hasta meses después cuando vio la luz una nueva actualización del firmware que corregía el error para el futuro.
En contra de lo ocurrido en Xbox, Sony ha sido duramente criticada por su reacción ante estos errores. La compañía se ha limitado a declarar que estaban dentro de la normalidad y en ningún momento ha tenido un detalle a favor de los usuarios que, en los comienzos de la máquina, tenían que esperar incluso un par de meses para ver su consola de vuelta del servicio técnico.
Wii
La consola de la actual generación de Nintendo no ha sufrido problemas tan graves como sus competidoras. Realmente esto es debido a que el hardware de la máquina era más similar al utilizado por la generación anterior que a la actual, por lo que el tiempo de uso hacía que estuviera mucho más probado ante fallos puntuales.
Aún así la primera actualización de firmware distribuida por WiiConect24 dejó inutilizado un pequeño número de consolas que fueron sustituidas por Nintendo en un plazo de cuatro días.
Otro pequeño handicap que sufrió Wii se generó con la aparición de discos de doble capa para sus juegos. Desde este momento había algunos sistemas que, debido a la suciedad de la lente, podrían tener problemas para leer este tipo de soportes físicos. En este caso Nintendo se comprometió a reparar de forma gratuita las consolas que sufrieran este problema.
Conclusiones
Demasiados errores, este es el mejor resumen que se puede hacer del repaso que acabamos de detallar de la puesta en largo de la actual generación.
Como todo aparato electrónico que se precie, existe una tasa de errores que entran dentro de lo normal pero que en este caso tanto Sony como Microsoft lo han superado con creces, sobretodo este último.
Aunque si en errores podemos decir que Xbox ha tenido los más graves, también tenemos que reconocer que la actitud de la compañía de Redmond ante ellos ha sido digna de elogio, algo que dista mucho de la actitud chulesca y prepotente de Sony.
Nintendo por su parte ha actuado de forma correcta para subsanar los escasos fallos que se han provocado en un hardware que poco tenía de nuevo.
Esperemos que las compañías hayan aprendido de sus errores y que estos fallos no vuelvan a producirse. La confianza ante el nuevo hardware debe de ponerse en entredicho y estoy seguro que muchos de los que estáis leyendo estas líneas vais a esperar unos meses, o incluso a una primera revisión, para adquirir las nuevas máquinas.
La inversión que supone una nueva generación, la obligación de ofrecer un hardware puntero para que se alargue en el tiempo y las prisas por hacerlo antes que la competencia, provocan que en algunos casos estos sistemas no pasen todos los test de calidad que deberían. Las compañías deberían de invertir más en calidad porque en ello les va la imagen y una gran cantidad de dinero, si no que le pregunten a Microsoft cuántos millones de dólares le ha costado la ampliación de garantía de su Xbox 360.
Luego nos quejamos de las marcas blancas…
DESDE MUCHOS AÑOS ATRAS Y REMONTANDOME A LA PS1 RECUERDO EL MIEDO
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