El detective más famoso de Scotland Yard regresa de la mano de los estudios Frogwares con un aire fresco y renovado. En esta ocasión, Holmes se ve envuelto en una encerrona cuyo propósito es terminar con sus huesos en la cárcel, ya que han colocado sus huellas en la escena de un asesinato. Junto al carismático Doctor Watson deberemos aunar las pistas que demuestren la inocencia de nuestro compañero y encontrar a los culpables. El argumento nos atrapará desde el primer momento gracias a un montón de subtramas y unos diálogos muy bien estructurados. La historia tiene todos los componentes de un buen guión cinematográfico.
El Testamento de Sherlock Holmes no se trata de una aventura gráfica al uso porque deberemos hacer nuestras propias deducciones para poder avanzar. Esto significa que no bastará con hacer click sobre los elementos del escenario, combinar artículos del inventario y hablar con la gente del lugar, sino que tendremos que estrujarnos la cabeza anotando en un cuaderno de notas las pistas y los datos de interés que vayamos recabando, con el objetivo de elaborar paso a paso los posibles hechos ocurridos en las diferentes escenas del crimen.
El juego está subtitulado en español y las voces en inglés, ofreciéndonos así una experiencia totalmente inmersiva gracias, sobre todo, a un brillante equipo de actores de doblaje. Tanto la música como los efectos sonoros lucen muy bien y crean un ambiente de lo más detectivesco y misterioso. En cuanto al apartado gráfico, llama la atención la mejora respecto a anteriores secuelas, aunque también es cierto que no es lo más destacable ni reseñable.
La jugabilidad es uno de los aspectos que más nos han cautivado, ya que es muy fluida y exigirá todo nuestro ingenio para poder ir desvelando todos los entresijos del caso. Además, nos encontraremos con rompecabezas, puzzles, acertijos o juegos matemáticos de muy buen nivel, lo que demuestra el tremendo trabajo y esfuerzo que hay detrás de este fantástico título. Sin duda, la nueva aventura del dúo dinámico, Holmes y Watson, es una de las mejores aventuras gráficas de los últimos años y confirma que todavía pueden hacerse juegos originales y de categoría dentro de este sesgado género. Elemental mi querido Watson.