Más que derrapes
Después de los dos exitosos primeros juegos Ridge Racer aún seguía siendo popular en las máquinas recreativas, con entregas como Rave Racer, y en consolas. Después de que dicho título continuara la estela de los demás juegos de la saga, Rage Racer venía a ofrecer una experiencia más acorde para los jugadores de consola. El juego se alejaba algo de los convencionalismos de la saga y ofrecía más opciones y un modo Carrera que alargaba el juego. Pero sin duda el juego que hizo dar a la saga un paso adelante definitivo fue Ridge Racer Type 4. El cual pondría sobre la mesa novedades que lo distinguían claramente de los anteriores.
Let’s get in on!
Rage Racer era un evidente intento de crear una experiencia más propia de una consola que de una máquina arcade. Lo primero que llama la atención en este sentido en el modo Carrera, donde podremos participar en campeonatos dentro de distintas classes, cuanto mayor sea la clase mejor serán los coches. Y para conseguir mejores coches debemos ganar carreras y campeonatos, donde conseguiremos creditos.
Con estos no solo aumentaremos nuestro garaje, sino que podremos mejorar los que ya tengamos. Además el juego introduce cuatro marcas de automóviles, cada uno con sus características, consiguiendo una variedad y cantidad de vehículos mayor que en los anteriores juegos. Gráficamente el juego es una mejora respecto a los anteriores juegos de la saga, con circuitos más grandes y detallados. Estos ofrecen una decente cantidad de entornos algunos de ellos muy destacables para la consola. Por desgracia los coches y su diseño no han mejorado tanto.
Otro aspecto a destacar son las opciones de configuración: podremos crear nuestro propio logo, nombre del equipo por el cual corremos, pintar los coches e incluso modificar las ruedas para decidir que el coche derrape más o menos. Esto precisamente es otro de los cambios del juego, ya que permite una conducción que no dependa enteramente de los derrapes, quizás facilitando las cosas a muchas personas que no se sientan cómodas con la peculiar forma de conducir de la saga.
Sin embargo Rage Racer deja que desear en otros aspectos como número de circuitos: sólo 4 a estas alturas se quedan cortos. Y sobretodo los irreales choques, una estampa particular de la serie que necesitaba un cambio urgente, ya que son terriblemente injustos. Depende de como choquemos con los bordes de la carretera o podemos salir más o menos a la misma velocidad o quedarnos casi parados, lo mismo pasa con los choques contra los rivales.
A la cuarta va la vencida
No cabe duda de que el punto álgido de la saga vino con Ridge Racer Type 4. Usando de base mucha algunas de las mejores de base de Rage Racer, el juego modernizó por completo la saga cambiando el largamente el obtuso sistema de derrapes de los anteriores por uno más simple y natural. Una total revitalización de la saga que le sentó de maravilla. Desde los menús, increíblemente estilizados, pero simples y claros al mismo tiempo, la música y los gráficos.
Porque sin duda es el tema gráfico donde el juego más destaca. Un nuevo y reluciente motor gráfico daba vida al juego: coches mucho más detallados, iluminación Gouraud, escenarios variados con mejores texturas. El juego competía de tú a tú con bestias de la consola como Gran Turismo. Solo hace falta mirar las imágenes para ver como se ve mucho mejor que los anteriores juegos, y es que después de años trabajando en PlayStation, Namco había dominado los entresijos de dicha consola como pocos desarrolladores.
El modo principal del juego es el Grand Prix, donde tomaremos el papel de un piloto novato y seremos partícipes de una simple historia dependiendo a que equipo vayamos. Nada del otro mundo pero le añade un toque particular al juego. Con 4 marcas de coches, las mismas de Rage Racer, podremos elegir nuestro estilo de conducción, el de derrapes de toda la vida o una más parecido al de cualquier otro juego de coches. Además cada equipo representa un nivel de dificultad a la hora de controlar los vehículos y de los rivales. En comparación con Rage Racer, el juego incluye más circuitos (y variados) y más coches conformando un juego mucho más largo, eso si, sin llegar a la cantidad de contenido de Gran Turismo.
La conducción es mucho más natural, los choques están más equilibrados y ya no son un ejercicio de frustración e incluso los rivales intentan ser más que un estorbo y bloquean nuestro paso requiriendo de algo más de habilidad para adelantarlos. Muchos podrán decir que la saga se simplificó con esta entrega, y en parte es verdad, es un juego más fácil y dominarlo nos llevará menos tiempo. Pero la combinación de su gran estilo visual, los gráficos, una excepcional banda sonora y un manejo más intuitivo y divertido no tiene rival dentro de la saga y, posiblemente, sea uno de los mejores juegos de coches arcade de todos los tiempos.
La semana que viene toca los Ridge Racer 5, un juego de lanzamiento para PlayStation 2, algo que se convertiría en la norma de la saga. ¡Nos vemos la semana que viene!.