Carta de un fan decepcionado | Los malditos DLC

Mis muy estimados señores de la industria:

Hoy tengo a bien tratar un tema que trastoca los cimientos de nuestro querido ocio digital. Nacido como innovador, como algo que aportaría contenido nuevo al jugador por poco o nada de dinero y usado finalmente como una excusa para sacar juegos incompletos y sangrarnos los cuartos. Hablo por supuesto del contenido descargable, ese cáncer que se extiende imparable sin saber dónde puede llegar a alcanzar.

Como decía, todo comenzó como algo que podría aportar mucho al mundillo este de los videojuegos y ciertamente algunos de estos contenidos lo han hecho. Las antiguas expansiones que sufrían los juegos de PC se fueron quedando un poco atrás y se comenzó a adoptar este sistema de actualizaciones periódicas. El precio salvo contadas excepciones nunca estuvo mal y si no queríamos tal contenido, podríamos disfrutar del juego con total tranquilidad.

La cosa empezó a desmadrarse pronto. Juegos que ofrecían contenido desbloqueable de pago que supuestamente ya incluían en el disco, actualizaciones prácticamente obligatorias si no queríamos ser unos “Forever alone” en el multijugador de algún título –esto quizás no sea tanto culpa de ustedes, como de los usuarios que compran a ciegas todo lo que su saga preferida les excreta encima– y un sinfín más de perrerías que como digo no tardaron mucho en ver la luz.

El tema se puso muy feo con la llegada de los Season Pass, paquetes de contenido para todo un año con un precio similar al del juego completo, y que analizados fríamente y en su totalidad, no llegaban a ser, ni por asomo, parecidos a aquellas viejas expansiones de PC que básicamente nos ofrecían una especie de “segunda parte”, tal y como en muchas ocasiones entendemos hoy en día. Comprarte un juego a un precio medio de 65 € y que luego te digan que ese dinero invertido no era el juego completo, sino que para poder tenerlo todo, como podías tener la seguridad hace no muchos años, debes pagar una cantidad desorbitada que en muchos casos ronda los 50 €, es cuanto menos, un atraco.

En otros casos, como ocurrió con Prince of Persia, si queríamos ver el verdadero epilogo de la historia, tocaba pasar por caja, en este caso su precio no ascendía al nivel de uno de esos pases de temporada, pero obviamente muchos jugadores se quedaron con esa sensación de que los hubieran tratado de estúpidos vendiéndoles algo sin terminar.

Todo esto se ha hecho tan habitual que en prácticamente todos los anuncios de alguna saga de categoría –por fama, no necesariamente por calidad– junto con el estreno del juego, se suele anunciar el contenido descargable que este irá recibiendo. Por un lado no está mal, porque oye, al menos así sabes lo que te vas a comprar, o mejor dicho, cuanto te vas a comprar. Por otro lado no está bien que eso sea una práctica habitual y que veamos como teniendo ese contenido listo, quieran lucrarse, restregándonos por la cara que tal descarga no estará implementada en el producto original.

Sean un poco dignos, está bien que a un multijugador le ofrezcan nuevos mapas para mantener la ilusión de los jugadores, claro está, pues era ese uno de los grandes beneficios de estas descargas digitales, pero relájense un poco con el precio, no se olviden que ya se les está pagando un dinero bastante elevado por el propio título original.

Todo esto es una reflexión basada en el temor que tengo a la nueva generación. Si en la presente, la cosa se ha desmadrado así, en la siguiente, ¿qué nos espera? ¿Comprar un capítulo por 70 € y luego los siguientes a 20 € cada uno?, mejor no darles ideas. Créanme, me dan ustedes autentico pavor con lo que puedan estar preparando para…