Normalmente en Las Mejores Sagas, solemos mirar a sagas con, digamos, más juegos a sus espaldas. Resulta curioso que Doom, con lo popular que fue apenas se quedase en unas pocas entregas. Aunque con numerosas expansiones o incluso niveles creados por los usuarios está claro que hay mucho Doom para quien lo quiera. De todas formas, Doom II si que vio un rápido lanzamiento y en 1994 ya estaba a disposición del público. Aunque esta vez sin versión shareware de por medio. El juego vendió dos millones de copias y se transformó en el mayor éxito de Id Software. Y por supuesto no podían faltar las numerosas conversiones a otras consolas.
El infierno en la tierra
Doom II nos vuelve a poner en la piel del marine más macho de la tierra (y del universo, posiblemente) que después de vencer a una horda de demonios con tal de volver a la tierra, se encuentra a esta misma invadida por las tropas del infierno. Así que no le queda otra que volver a la lucha para intentar salvar lo que queda de humanidad. Para ello debe habilitar el aeropuerto espacial para que los pocos supervivientes puedan escapar. No sólo lo consigue sino que en una misión suicida a los confines del universo consigue destruir al demonio jefe y salvar la tierra. Todo esto sin ayuda de nadie. El Jefe Maestro es un pelele comparado con el marine de Doom.
En cuanto al juego en si, es una continuación con pocas novedades respecto a Doom. Es algo que se repite en el mundo de los videojuegos: lanzar una secuela rápida sin demasiados cambios para asegurarse el éxito. El motor del juego permanecía sin demasiados cambios o mejoras, las mismas armas con el añadido de la mítica escopeta de doble cañón o la misma filosofía en el diseño de los escenarios, presentándonos otra vez, niveles no lineales donde sólo la metódica exploración de estos mismos nos podrá llevar al éxito.
Aun así, si había ciertas mejoras. Los escenarios eran más grandes y con más enemigos lo cual propiciaba algunas batallas más míticas y caóticas si cabe. Todo ello si cabe sin cambiar ni un ápice la forma de enfrentarnos a estos. El resultado gustó bastante, pero más de uno se quedó con ganas de más, no obstante el juego parecía más una expansión que una secuela.
Doom hasta en la tostadora
Si hay algo en que destacan los dos primeros Doom es que han aparecido en numerosas consolas o portátiles. Desde la horrible Atari Jaguar, pasando por PlayStation o, incluso, versiones para Gameboy Advance o Super Nintendo. Incluso DS o PSP han tenido sus versiones no oficiales del juego.
En general las primeras conversiones están limitadas debido a la potencia de las consolas de la época. Muchos de los niveles han sido simplificados y algunos de los enemigos ni siquiera aparecen (por ejemplo el jefe final de Doom II). A pesar de estas limitaciones, estos ports o versiones son bastante fieles al original en diverso grado. Incluso, la versión de Super Nintendo, la cual debería ser de las más desfavorables aguanta bastante bien el tipo, aunque con obvias limitaciones.
Esta versión usaba el chip SuperFX 2, lo cual convirtió a Doom en uno de los pocos juegos selectos que lo usó. Sin duda clave para poder trasladar el juego a una consola de 16 Bits. Por desgracia consolas más modernas no sufrieron el mismo trato. La versión de 3DO (que podemos ver en la imagen) sufría ralentizaciones o en su defecto ver el juego en una ventana minúscula. O la versión del Saturn, un “cutreport” que se ve bastante peor que la versión de PlayStation.
Precisamente esta consola fue la que recibió la versión más fiel a través de Final Doom, una compilación de Doom y Doom II con algunas de sus expansiones. Esta versión tenía ciertas mejoras gráficas aunque carecía de algunos enemigos y padecía parcialmente los mapas recortados de otras versiones. De todas formas era la mejor apuesta para disfrutar de Doom en una consola en aquellos tiempos. Aunque en estos días podemos disfrutar de Doom en casi cualquier dispositivo que tengamos, además sin ningún sacrificio. Incluso en nuestra calculadora:
Esto es todo por esta semana. En la que viene veremos los juegos restantes de la saga. ¡Nos vemos!
Me parece más juego el Doom II que el primer Doom. Lo curioso es que no puedo estar sin uno ni otro. Imprescindibles ambos.