Retomamos la sección de lo independiente, de lo ajeno a los grandes presupuestos multimillonarios, a las presiones de las productoras que terminan empañando productos que podían haber sido mejores y al final nos llegan llenos de fallos por las estrictas líneas de tiempo para las puestas en venta de los productos. Aquí venimos a hablar de los pequeños productos, los que se hacen de forma artesana y con equipos de trabajo muy reducidos, pero que destilan calidad por cada uno de sus bits. Esta semana os traemos cuatro grandes, cada uno en un estilo muy distinto, con un aspecto también muy alejado en cada caso, pero sin duda, siendo todos obras importantes en el mundillo de lo indie.
Journey
Arrodillaos, pues aquí tenemos otro de esos exponentes del mundo del videojuego que sirve para explicarle con sólo unos minutos de juego a un neófito, porque el entretenimiento electrónico si puede considerarse, en algunas ocasiones, un arte mayúsculo. Journey es una experiencia tan intima, tan sutil y tan exótica que cuando se termina nuestro alma se quiebra por no poder disponer de más material para continuar jugando.
El título relata, como su nombre indica, un viaje a través del desierto, a los mandos de un caminante misterioso que desea llegar a una montaña iluminada, nuestro único punto de referencia real en toda la aventura. Por el camino nos toparemos con templos con pequeños y grandes acertijos, incluso si nos conectamos a una sesión en línea podremos recorrer el vasto desierto con un compañero al que nunca conoceremos pero con quien seguramente hagamos buenas migas, creando un vínculo a la par extraño y mágico que hará que guardemos mejor recuerdo de la experiencia que es este Journey.
En ciertos aspectos puede llegar a recordar a títulos como Shadow of the Colosus o Ico, pese a que sus gráficos sean más estilo “dibujo animado”, el ambiente de soledad y misterio, de no conocer el verdadero motivo por el cual tenemos que hacer las cosas, son puntos en común con esas otras magnas obras que al igual que la que nos ocupa, sólo está disponible para PlayStation. Aún así, si tenéis a un amigo dispuesto a dejaros su PS3 para disfrutar de esta aventura, no dudéis en pedirla en caso de no disponer de ella, seguro que cuando terminéis el juego tendréis una buena historia que contar.
McPixel
McPixel es el resultado de juntar en un videojuego una pizca de los Monty Pythons, otra de Pocholo, un cartucho sin soplar de la NES y lo revolvemos todo bien en un recipiente de un gag de Padre de Familia, locura asegurada en dosis de jugabilidad instantánea sin control. Si habéis jugado alguna vez a uno de los títulos de la saga Wario Ware, podréis tener una pequeña idea de lo que intento transmitir. Aquí disponemos de, por llamarlo de alguna forma, micro aventuras gráficas point and click que resolver en menos de 20 segundos. Si lo hacemos mal nos echaremos unas risas viendo los ridículos resultados de nuestras acciones, bueno y haciéndolo bien, también.
Una de las cosas que personalmente más me gusta de McPixel es su amor por el pixel gordo, ese que a mí me pierde. Llega a cotas de locura insospechada al ver como con personajes tan simplones y con poca resolución se pueden crear unas animaciones tan molonas y sugerentes como las que suceden al ritmo de nuestros fracasos en el juego.
Sea como fuere, no existe excusa para no disfrutar de un título como éste, pues está disponible en compatibles con ventanas, pingüinos, manzanas mordidas o si me apuras incluso para el dichoso Solaris –nah, aquí me he venido arriba, no creo que lo haya–, pero además existe en dispositivos móviles así que ya sabéis, es perfecto para unas partidas rápidas esos días que queráis dejar el mal humor atrás. ¡A solucionarlo todo a patadas!
And Yet It Moves
Es ya un juego con solera, al menos desde el boom de los juegos independientes como Braid y compañía. Sorprendía de él, sobre todo su estética, en la que todo su mundo simula recortes de papel a modo de collage. En este mundo de celulosa manejamos a un chiquillo realizado a mano alzada sobre un folio blanco, que avanzará cual personaje en un título de plataformas cualquiera, para llegar a su destino al final de la fase, así, porque sí.
Lo bonito es que para darle un toque nuevo, en esta ocasión tenemos la habilidad de rotar el mundo a nuestro antojo. Pero ojo que el chiquillo mientras se mantiene suspendido en el aire va ganando inercia, lo cual puede hacer que al final acabe todo en tragedia y nuestro personaje se desmorone en pedacitos cual dibujo desechado. Mención especial a su música, realizada íntegramente a base de voces. Disponible para compatibles cualquiera será su sistema operativo o en Wii Ware, es uno de esos títulos que sabe ganarse nuestro corazoncito.
Crayon Physics Deluxe
Llegamos al último de los títulos de esta semana, Para terminar he elegido un juego que nos hará sentirnos niños, dibujando formas con un lápiz de pastel para lograr que nuestra pelotita alcance su deseada estrella. Sí amigos, ése es el único objetivo de este juego, en apariencia infantil y de aspecto en principio facilón, donde debemos dotar a una pelota de los medios necesarios para avanzar, ya sea haciendo plataformas, cuerdas, o mecanismos con poleas más sofisticados para lograr que ésta avance sin precipitarse hacia la estrella que pone punto final al nivel.
Que nos hagan sentir como un niño, recordar cuando garabateábamos todos los papeles que encontrábamos buscando nuevas formas, experimentando con los colores por mera diversión y curiosidad, no tiene precio. Eso es justo lo que Crayon Physics Deluxe nos propone, pero llevando el reto cada vez más arriba en dificultad pudiendo incluso hacer que algo con aspecto tan ridículo, nos desespere por lo complicado de resolver que es. Personalmente, uno de mis puzles favoritos de todos los tiempos.
¿a que precio me recomiendas comprar Journey?
Journey a cualquiera… lo que pasa es que no se por que me huele que antes que después, caerá de gratis en el PS PLUS
hmm McPixel… juego raro donde los haya…xD
El Crayon Physics es un vicio, aunque a mi me gustan los puzzles y este que se puede resolver con cualquier cosa que te imagines, pues mola más aún