De entre los centenares de clones de Flappy Bird que han salido en los últimos días a causa de uno de los mayores fenómenos de los últimos tiempos hay uno que destaca por no sólo ser un simple clon, sino porque ha sabido añadir elementos en la simple jugabilidad del juego original y mejorándolo en todos los sentidos.
Y es que detrás del juego homenaje se esconde Terry Cavanagh. Uno de esos desarrolladores independientes que se ha hecho un nombre a base de calidad. Entre sus juegos está VVVV y Super Hexagon, ambos títulos de gran calidad. La jugabilidad mantiene las bases del original pero añadiendo mucha más velocidad, nuevos obstáculos y la posibilidad tanto de impulsarnos hacía arriba como en el original, pero también hacía abajo. Todo esto crea toda una nueva capa de profundidad y aumenta la dificultad del original que ya era alta de por si.
Si a eso le añadimos unos gráficos aún más simplistas pero lleno de colores vibrantes y cierto aspecto psicodélico y una música cañera acompañando perfectamente la acción. El resultado merece la pena verlo y sentirlo uno mismo, porque es muy posiblemente la experiencia más refinada basada en Flappy Bird.
Y lo mejor de todo es que es sólo hay que acceder a esta web para jugarlo y engancharnos.