Civilization: Beyond Earth lleva pocos días con nosotros, y como os comentábamos hace poco, las diferencias son mayores de lo que a priori pensábamos. La saga Civilization siempre nos ha dejado jugar y ganar como más nos gustara, e ir adaptando nuestra facción a nuestro modo de juego, pero en Beyond Earth absolutamente todo es personalización.
Las afinidades, que no existían hasta ahora, ahondan enormemente en el apartado personalizable del juego. Están estrechamente relacionadas con quién queremos ser, con nuestros actos y con las tecnologías –las que os explicaremos a su debido tiempo–. Son sólo tres, que explican tres posturas ante la colonización de los mundos alienígenas.
La primera es Armonía. La filosofía de esta afinidad es la de unos recién llegados a un planeta extraño que cuenta con sus propios habitantes y recursos, y los vemos como unos vecinos más. El nuevo mundo tiene cosas que enseñarnos y queremos aprenderlas. Esto lo conseguimos investigando tecnologías que nos dan puntos de Armonía, además de edificios y acciones para nuestras unidades en las que notamos cómo aprendemos del planeta en el que estamos.
La segunda es Pureza. La idea de esta afinidad es bien distinta a la anterior. Al llegar al nuevo planeta vemos a los alienígenas como seres hostiles con los que debemos acabar, repudiamos todo lo extraño y añoramos la pureza del antiguo planeta Tierra. Esto nos llevará a aliarnos con otros humanos y expandirnos contra los alienígenas. Las tecnologías de Pureza también nos darán edificios y acciones especiales, mucho más encaminados a preservar la raza humana de la forma más pura posible.
La tercera y última es Supremacía. Refleja a la perfección el argumento de Beyond Earth. Si hemos tenido que irnos de la Tierra es porque a base de alterar el planeta hemos acabado por hacerlo inhabitable, pero pensamos que los avances tecnológicos nos han permitido salvarnos, por lo que el camino correcto sigue siendo el mismo, más y más tecnología que nos mejore, sin importar la pureza de nada ni nadie. Esto nos llevará a enfrentarnos con cualquiera que no piense como nosotros, ya sea alienígena o humano, la vieja Tierra es el pasado, el futuro es nuestro.
¿Cómo conseguimos ir por el camino de alguna de las tres afinidades? Básicamente a través del árbol tecnológico. Podremos combinar diferentes afinidades, pero entonces nos costará avanzar en alguna y tendremos la sensación de quedarnos atrás, puesto que nuestras unidades mejorarán y cambiarán en función de nuestros avances en una rama de afinidad.
Además tendremos misiones en las que el juego nos dará la opción de tomar una decisión final. Serán cosas sencillas, como investigar un meteorito o nave que se han estrellado, y a veces tendremos pequeñas bonificaciones de afinidad. Nuestros propios actos también nos definirán, como siempre en Civilization, y no será lógico por ejemplo, buscar la Armonía máxima mientras borramos del mapa a todos los alienígenas que encontremos.
No hay que precipitarse a la hora de elegir nuestro camino en el espacio exterior, es una aventura larga e iremos notando sus consecuencias con el paso de muchos turnos, pero el poder de tales decisiones está en nuestras manos. No te olvides de probar la demo gratuita en Steam y explorar estas nuevas facetas.
¿Qué afinidad vas a escoger para tu facción?