Tras muchos años de espera después de ver el último Fallout en nuestras consolas de sobremesa y PCs, Bethesda vuelve a la carga con un título aún más ambicioso si cabe. La supervivencia en un mundo asolado por la guerra es la clave principal de este Fallout 4, al igual que los anteriores títulos, y la fórmula mágica de la compañía sita en Maryland se esperaba ya como agua de mayo, a pesar de que estamos en noviembre. Bienvenidos al Boston post-apocalíptico de 2277.
Ficha del producto
- Desarrollador: Bethesda Game Studios
- Distribuidor: Bethesda Softworks
- Lanzamiento: 10 de noviembre de 2015
- Género: Sandbox, rol
- Idioma: Textos y voces en español
- Multijugador y cooperativo: No tiene
- Calificación: PEGI +18
Disponibilidad y precios
Historia
Hoy en día la tecnología forma parte de nuestro día a día de forma cada vez más natural. Nos estamos acostumbrando a ver cómo la tecnología más avanzada se integra de manera directa o indirecta en nuestras vidas, y con ella también ha parecido llegar un golpe en la mesa bajo la forma incorpórea de seguridad. Así comienza Fallout 4, con un escenario de seguridad familiar y avance tecnológico en un futuro no muy lejano a la época en la que nos encontramos.
Antes de meternos de lleno en la historia que nos quiere contar Fallout 4, el juego nos invita a moldear el personaje que protagonizará la historia a nuestro antojo, lo cual sabe casi a gloria después de tantos títulos con protagonistas preestablecidos. No me malinterpretéis. Las historias que nos quieren contar los estudios siempre son bien recibidas, desde luego. Los ejemplos más claros que vienen a la cabeza son Tomb Raider y Uncharted. Jugar con Lara Croft o Nathan Drake deja siempre la sensación de estar disfrutando de una historia perfectamente hilada y natural, pero el esfuerzo de Bethesda por dejarnos personalizar al protagonista a nuestro antojo es encomiable. Kudos por grabar todas líneas de diálogo por partida doble para ofrecernos un protagonista masculino, y una protagonista femenina.
Por si fuera poco, ese sistema de customización que nos deja esculpir la apariencia de nuestro personaje casi por completo recuerda incluso al sistema de los Sims, y nos deja crear el personaje, de hecho, a nuestro antojo. Podéis echar un vistazo al alarde de imaginación de los jugadores de Fallout 4, que han creado incluso a celebrities con ese gran sistema de customización.
Continuando con el punto de partida de Fallout 4, vemos una breve y pacífica introducción que se trunca para siempre con una retransmisión televisiva; la guerra es real, y sus consecuencias son inmediatas. Una serie de misiles que están impactando aquí y ahora en todo el territorio de Estados Unidos. Pero no tenemos que preocuparnos, ya que Vault-Tec está aquí para… protegernos. Rápidamente vamos con nuestra familia al Refugio 111, y nos metemos en una cámara de criogenización que suspende nuestro tiempo durante nada menos que 200 años, de manera que resurgimos de nuestro periodo de hibernación en el Boston del año 2277.
El mundo que se alza ante nosotros no es ni mucho menos idílico. La guerra nos ha arrebatado la seguridad, la tecnología, y la familia, así que el leitmotiv queda bien claro desde el principio; sobrevivir para encontrar a nuestro hijo, que nos ha sido arrebatado desde el bando que creíamos destinado a protegernos. Así de tristes son los primeros pasos por la historia de Fallout 4, pero nadie dijo que fuera un cuento de hadas, así que no queda más remedio que ponernos manos a la obra y empezar a explorar el rastro de destrucción que ha dejado la guerra que nosotros vivimos de primera mano.
Jugabilidad
Precisamente en este momento nos damos cuenta del gran punto fuerte de Fallout 4; su masivo mundo abierto. Muchos jugadores han apuntado que el mapa no es tan grande como el de Skyrim, pero basta con explorar el primer asentamiento que tenemos delante para saber lo que nos espera a lo largo del juego. Objetos, objetos y más objetos. Muchos de ellos irrelevantes a primera vista. Otros muy útiles desde el primer minuto de juego. Pasadas las primeras horas en las que todos desarrollamos un curioso síndrome de Diógenes, nos encontraremos en la situación de llevar demasiadas cosas encima y tener que decidir de manera crítica qué dejamos y qué llevamos con nosotros, sólo para encontrar un enemigo más a la vuelta de la esquina que nos pondrá en la misma situación cuando acabemos con él e inspeccionemos sus posesiones.
Al final, más que reducirse a una buena cantidad de basurilla que podemos recoger mientras exploramos, se trata de la cantidad de posibilidades que tenemos a nuestro alcance, ciertamente, mientras exploramos. En cada asentamiento hay tesoros escondidos en las habitaciones de las destrozadas casas por las que pasamos, en los cuerpos que dejamos a nuestro paso, en los rincones más recónditos bajo la superficie del mapeado… En definitiva, Fallout 4 tiene mucho en su superficie, y esconde aún más bajo ella, así que nos encontraremos inmersos en ese mundo post-apocalíptico que Bethesda ha preparado para nosotros, tomando decisiones críticas para nuestra supervivencia con una cuestión tan simple como qué llevamos con nosotros y qué dejamos atrás. Las sensaciones son soberbias, y eso que aún no hemos hablado del Yermo en sí.
Todos sabemos que el equipo de Bethesda hace auténtica magia al recrear escenarios. Puede tener puntos flojos como juego, y es que mucho se ha criticado los gráficos de Fallout 4, que recuerdan considerablemente a los del anterior título. No voy a negar que se parezca, pero sí quiero hacer especial hincapié en que los gráficos no son ni mucho menos el match point de Fallout 4. En cambio, los escenarios de su tremebundo mapa sí lo son. Echando un breve vistazo a lo que tenemos a nuestro alrededor vemos cómo cada rincón del mapa está recreado a la perfección para hacernos sentir en un escenario post-apocalíptico, en esa realidad alternativa/futurista creada por Bethesda.
Vemos recuerdos de tiempos más felices en los que la supervivencia y la guerra eran temas impensables para los ciudadanos, y la sensación de nostalgia se ve aún más acrecentada si nos dedicamos a pasear por el Yermo con alguna de las emisoras de radio disponibles en nuestro Pip-Boy activa. Hasta que llegamos a Diamond City, la gran ciudad de Fallout 4. Allí el sentimiento de estar paseando entre recuerdos y destrucción se transforma, y pasamos a ver esperanza en una ciudad que, a pesar de todo, respira vida. En principio, ya que no es oro todo lo que reluce, y las cosas en Diamond City son más complicadas de lo que presenta su primera impresión.
Todos aquellos que no hemos estado nunca en Boston quizá nos perdamos una parte fundamental a la hora de ver recreada la capital de Massachusetts, pero no se puede dudar que Bethesda ha conseguido construir a la perfección lo que sería ese Boston de monumentos icónicos en un mundo marcado para siempre por la guerra. En conclusión, los impactantes escenarios que nos encontramos en Fallout 4 hacen de él toda una delicia contextual si miramos más allá de sus gráficos poco punteros en comparación con otros triple A que sacrifican amplitud de mapa y posibilidades de juego para ofrecer bestias gráficas.
Combates
Sea como fuere, para llegar a Diamond City tenemos que recorrer un camino largo y tortuoso plagado de enemigos de todo tipo que planean acabar con nosotros en su propia cruzada en pos de la supervivencia. Obviamente, nosotros tenemos que defendernos de alguna manera, y lo hacemos con la gran variedad de armas dispuestas para el combate que Fallout 4 ofrece. Uno de los aspectos de los que más se ha hablado de cara a las mejoras que ofrece este nuevo título de Bethesda respecto a su predecesor es el sistema de mejora de las armas y equipo en general, en el que se incluyen las famosas servoarmaduras listas para ser recogidas, arregladas, y empleadas para destrozar cualquier amenaza que se cruce en nuestro camino. Pero volviendo al combate, la gran novedad la tenemos en la asistencia V.A.T.S.
Anteriormente veíamos cómo la acción se pausaba al usar la asistencia, y nos permitía apuntar de manera inteligente al enemigo, tras lo cual, se ejecutaba la acción a cámara lenta con primeros planos de los personajes. Ahora ha cambiado el asunto, y en lugar de pausar la acción para permitirnos seleccionar tranquilamente el objetivo al que van dirigidas nuestras balas, el movimiento se ve ralentizado para ofrecer mayor dramatismo y recordar que en un combate real no tenemos tiempo indefinido para elegir nuestros movimientos.
Si bien es cierto que esta nueva apuesta dentro del combate le da más naturalidad al curso de la acción, la gran incongruencia que encontramos es que si accedemos al Pip-Boy el juego se suspende, permitiéndonos elegir mejor equipo, armas diferentes, o tirar de nuestras existencias para recuperar algo de vida si nos vemos apurados.
Supone una de cal y otra de arena, y sin duda el hecho de que el juego se vea totalmente pausado al entrar al Pip-Boy hace que veamos cómo se va un poco al traste esa sensación de naturalidad en el combate, aunque siempre podemos optar por usar el menú rápido pre-seleccionando los objetos antes de meternos de lleno en el combate, en lugar de usar el Pip-Boy para hacer nuestros reajustes de equipo. Queda en nuestras manos.
Personalización
Lo que sí que queda claro es que si juntamos todas las piezas del rompecabezas creado por Bethesda en este Fallout 4, tenemos ante nosotros un juego en el que todo está hilado, y en el que todo está ahí por muchos motivos. Cada vez que nos encontramos ante un aparente montón de chatarra inútil, tenemos que cambiar el prisma con el que vemos el mundo después de salir del Refugio 111, ya que cada pedacito de hojalata que vemos puede ser una pieza fundamental a la hora de construir algo mucho más grande, o mejorar alguna parte de nuestra arma preferida para que sea más potente.
Sin ir más lejos, la madera que nos sentimos tentados a tirar al suelo para aliviar el peso que cargamos es una pieza clave a la hora de construir nuestro asentamiento en el que poder (sobre)vivir con seguridad, lejos de los peligros que supone campar por el Yermo. Tal vez el modo construcción esté un poco fuera de lugar en una saga como Fallout, aunque más bien tenemos que hablar de es extrañamente novedoso este modo edición. Por su parte, la posibilidad de mejorar las armas que encontramos es muy interesante, y consigue dar un toque de frescura a la dinámica de usar y tirar que veíamos anteriormente en Fallout.
Conclusiones
90
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p> Recapitulando, Fallout 4 sigue la tónica de los anteriores títulos de Bethesda, mejorando en ciertos puntos lo que ya vimos anteriormente y tanto nos gustó. Tampoco se trata de afirmarlo a la ligera sin ningún tipo de sustento, ya que las cifras también se posicionan a favor de Fallout 4, y ha conseguir unas ventas bastante bárbaras. Como siempre, esta nueva entrega de la saga consigue mantenernos enganchados desde el primer momento, y querer sobrevivir en un mundo que parece haber perdido la esperanza, y que se guía por puro instinto de supervivencia. Tenemos una historia de larga duración por delante, repleta de misiones secundarias que dan vida al entorno construido por Bethesda, así como un interesante sistema de mejora de armas, y el modo construcción. Fallout 4 ha regresado con todo aquello que nos enamoró de Fallout 3, mejorando pequeños aspectos para poner a nuestra disposición un nuevo título que promete muchas horas de juego.
Por el contrario, hay ciertos detalles que Bethesda debe arreglar para que disfrutemos de una experiencia de juego más pulida, como esas caídas de frames en Xbox One (la versión que hemos analizado) que lo hacen un poco difícil de tratar en determinados momentos, así como los bugs puntuales que aparecen de vez en cuando. La propia Bethesda nos ha pedido paciencia, asegurando que arreglar esas pequeñas imperfecciones que pueblan Fallout 4, y nosotros le damos un voto de confianza porque, seamos sinceros, se lo ha ganado. Huelga decir que Fallout 4 es un juego encarecidamente recomendado.
Lo mejor
Enorme mapa lleno de posibilidades
Historia bastante rica, llena de misiones secundarias que la completan
Nuevo sistema de customización de armas
Modo construcción muy intuitivo
Lo peor
Ciertos problemas técnicos que empañan la excelente experiencia de juego
Gráficos poco punteros
Inventario un tanto caótico