Los juegos pueden encandilarnos con muchas cosas aparte de las mecánicas que los componen persé, por ejemplo; estoy seguro de que más de una vez, navegando entre los diferentes títulos de la play store, os habéis descargado uno solo porque visualmente os ha agradado, ya sea por sus increíbles gráficos o sus diseños. Pues bien, este podría ser sin duda uno de esos casos. Es un juego bonito, sencillo, divertido y relajante, una pequeña joya, que, pese a poder mejorarse, no tiene nada que envidiar a cualquier otro de sus estilo.
Entre dos mundos
Obviamente, no todo en este juego es una cara bonita. Nos ofrece un gameplay bastante simple y desenfadado, que, pese a todo pronóstico, esconde un gran reto.
Contamos con unos controles realmente sencillos, podemos girar a izquierda y derecha, contando también con un botón de salto y un botón para alternar entre el tiempo de los dos mundos sobre los que gira la trama del juego, la cual no desvelaremos para que podáis disfrutarla vosotros mismos jugando.
La enjundia del juego está en la posibilidad de alternar entre los dos mundos, diferenciados por el uso del color blanco y negro. El escenario y el entorno cambiará rotando 180 grados. En un principio, no será muy importante, pero cuando avancemos un poco, el uso de esta habilidad es vital para proseguir con la aventura. Jugar con el espacio tiempo nunca fué tan divertido.
Por desgracia no es oro todo lo que reluce, y, el juego esconde algunos detalles que podrían mejorarse. Por ejemplo las animaciones son bastante… cutres, hacen que el juego parezca abrupto y descuidado incluso teniendo en cuenta su preciosista apartado visual.
En resumen, un título muy especial, que pese a sus pequeños desperfectos de seguro conseguirá hacernos pasar un buen rato acompañando a nuestra protagonista durante su viaje perdido.
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