Te traemos de nuevo una guía de bosses del último juego de la saga souls, Dark Souls 3. En este caso te hablamos del segundo jefe final, Vordt del valle boreal, una extraña criatura con un diseño excelente y una batalla épica. No se puede esperar menos de los chicos de From Software. Sin más explicaciones, empecemos.
Mitad perro mitad caballero
Nos encontraremos con Vordt en la zona final del gran muro de Lothric, es bastante fácil de encontrar puesto que está en la parte más baja, en la parte sur de la gran escalinata que lleva a la sala del trono donde encontramos a la sacerdotisa guardiana del muro que nos entrega el estandarte (que por cierto necesitaremos para salir).
Se trata de una especie de animal cuadrúpedo embutido en una gigantesca armadura de caballero. Que no te engañe su apariencia, por pesado que parezca, este enemigo es capaz de hacer todo tipo de volteretas y contorsiones, incluso puede llegar de un lado al otro de la sala en un salto así que no bajes la guardia.
Sin dudas lo mejor para acabar con él es ponerse debajo suya y rodar hacia él cuando haga algún ataque, de este modo solo soltará sus golpes más predecibles y será más sencillo “marearle”. La mayoría de sus ataques son melé pero de vez en cuando utilizará un aliento de hielo bastante peligroso, atento a sus fauces, le delatan cuando carga el aire gélido.
Cuando le quede poca vida se pondrá más agresivo y comenzará a realizar unas embestidas frontales, lo mejor es rodar hacia el. ya que, si nos cubrimos perderemos mucha estamina y no aguantaremos mucho más estables.
Es débil ante la oscuridad y el fuego, por lo que nos vendrá bien usar el hacha oscura que encontramos en la torre que custodia el dragón. Es resistente a los ataques físicos de corte y estocada, y, es totalmente inmune al veneno, las toxinas, el sangrado, y, obviamente al hielo.