Una de las cosas que siempre nos ha gustado a los jugadores de Dark Souls es conseguir las armas de esos bosses que tanto nos gustan y cuestan. Como todos sabéis, en Dark Souls 1 esto se conseguía mediante las almas que nos soltaban los propios jefes y el herrero de Anorlondo, pero en Dark Souls 3 el sistema ha cambiado, por lo que vamos a explicarte todo lo que necesitas saber.
Lo primero que debemos tener es algún alma de boss, y tenemos que tener en cuenta que la mayoría de las veces tendremos varias armas que hacer con ellas, pero alma sólo una. Debemos elegir bien porque eso significará que nos quedamos sin el equipo restante, al menos durante esa run. Una vez hecho esto, tenemos que dirigirnos al Asentamiento de los no muertos, donde tendremos que ir a por el boss de la zona: el Gran Árbol Corrompido. Te recuero que en Xombit Games ya te hemos explicado cómo derrotarlo en detalle.
Una vez hagamos esto obtendremos el Horno de Transmutación, el cual es el objeto que nos permitirá transformar las almas en armas y objetos. Cuando lo tengamos, debemos irnos a enlace de fuego. En uno de los tronos de los señores de la ceniza, estará sentado Ludleth (el cual es uno de ellos) al que le deberemos hablar y él nos pedirá dicho horno. Una vez lo hagamos, tendremos la opción de que él nos transforme las almas de los bosses en armas, objetos o hechizos. Por poner un ejemplo, el mismísimo anillo de Havel.
¿Cuál es el punto negativo de esto? Que la mayoría de las armas que podemos hacer de este modo nos costará muchísimo mejorarlas, pues utilizan titanita demonio. Un ejemplo claro es la espada de los caballeros de farron, la cual tiene un set de movimiento que es la leche, pero utiliza dicha titanita.