En Xombit Games os estamos enseñando cómo matar uno a uno a todos los bosses de Dark Souls 3. Ya hemos explicado a los dos primeros, Ludex Gundyr y Vordt del valle boreal. Hoy le toca el turno al Gran Árbol Corrompido, un boss opcional pero que nos dará un preciado objeto.
Este boss lo encontraremos al final de la zona Asentamiento de los no muertos, o al menos a uno de sus finales. Os recomiendo llegar desde la hoguera de foso de huecos, ya que es la más cercana y podremos llegar corriendo sin que nos toque ningún enemigo.
Lo primero que os tengo que decir es que si sois magos este boss os costará algo más, ya que se trata de pegar en una zona concreta lo máximo posible en un corto periodo de tiempo, por lo que perderás mucho casteando los hechizos. Así que ya sabéis, una buena espada os hará el camino mucho más sencillo.
Hablando del boss, es bastante fácil si sabemos de antemano que tenemos que hacer. Lo primero que os recomiendo es que nada más entrar es limpiar todo lo que podáis la zona de enemigos pequeños, ya que aunque luego vuelvan a salir lo agradeceréis. Luego de esto, tenéis que saber que este enemigo es inmune a cualquier ataque que no se haga en los huevos que tiene en ciertas partes del cuerpo. Para ser exactos, tiene delante, atrás, en una de sus patas y en lo que sería una axila. El orden que os recomiendo es destruir la parte delantera, mientras se aflige de haberlo hecho ir a por el de la pierna o la axila y luego al otro. Con eso entrarás en la segunda fase, en la cual romperá el suelo, caerás a un foso y el boss sacará un brazo de dentro del árbol con el que cambiará su patrón de ataque. Después solo tendremos que destruir de nuevo los huevos de delante y los de atrás y listo, jefe derrotado.
Creedme cuando os digo que es un boss que se puede derrotar en poquísimo tiempo, ya que si encadenamos el destruirle los huevos, puede durarnos menos de 20 segundos. Ahora que ya sabes cómo derrotarlo, ve a por ello y no esperes.
