El diseñador Jesse Schell, que ha trabajado en juegos como Toontown Online, un MMO de Disney para el mercado infantil, hizo una presentación en el Gamelab, el cual se ha celebrado esta semana en Barcelona, donde afirma que los juegos que tienen una demo pueden perder hasta la mitad de las ventas, en comparación a los títulos que carecen de esta misma. Los datos recogidos por la firma de análisis EEDAR parecen confirmar la razón por la cual muchas distribuidoras no se esfuerzan en dejar probar sus juegos a los consumidores.
Según el estudio un juego de Xbox 360 que tiene un tráiler de lanzamiento y demo, vende de media 250.000 unidades. Por el contrario un juego que sólo tiene tráilers vende 525.000 unidades en el mismo periodo de tiempo, en el otro extremo tenemos los juegos que ni tienen tráilers ni demos y venden de media menos de 100.000 copias. Por lo tanto a simple vista lanzar una demo, con el coste de tiempo en el desarrollo de esta misma, es una pérdida de tiempo y dinero.
Sin embargo parecen muy pocos datos para poder llegar a una conclusión tan definitiva. No sabemos la media de notas que los juegos han recibido, siendo la calidad un factor importante o el hecho de que algunos de los juegos con más ventas, como Call of Duty (que no tiene demo), venden millones y millones de copias por sí solo. En febrero, en el DICE 2013, Schell ya mantuvo la postura de que la mejor forma de vender tu juego es creando expectativas en el jugador y que la mejor forma de mantenerlas era impedir que probara el juego.
[…] es que el diseñador Jesse Schell ha realizado una charla en la Gamelab celebrada esta semana en Barcelona, en la que, con datos de la firma de análisis EEDAR, confirma […]
Me parece increíble que digan que la mejor manera de mantener las expectativas altas sea no probar una demo. Eso es como decir que el juego es tan malo que si lo prueban no se lo comprará ni el tato ¡Alucino!