Nintendo entra en la era de los polígonos
En 1993 los juegos en 3D empezaban a aparecer y a hacerse un hueco en un mundo dominado por sprites y gráficos 2D. Títulos como Virtua Racing de Sega hacia furor en los arcades de medio mundo. Fue en este año cuando Nintendo tuvo sus primeros flirteos con los gráficos poligonales. Ayudados por Argonaut Software, Nintendo creó el chip Super FX, el cual introducido en los cartuchos de los juegos, permitirían crear gráficos poligonales. Y así, basado en un prototipo de la misma Argonaut, nacío Starfox que es como mezclar Guerra de las Galaxias con los teleñecos y una pizca de Top Gun.
Menudo zorro está hecho
El argumento del juego se resume en que un mono científico loco quiere destruir Corneria, y sólo un zorro, un pájaro, una rana y un conejo podrán evitarlo. Miyamoto, quería alejarse de los manidos protagonistas de la ciencia ficción y puso animales antropomórficos como protagonistas, el resultado es que Fox McCloud se convirtió en uno de los personajes estrella de Nintendo. Lejos del simple argumento, hay que destacar el uso de algunas cinemáticas simples pero efectivas utilizando las posibilidades del chip Super FX. El ejemplo más evidente es la secuencia inicial donde se nos muestra la armada enemiga acercándose al planeta Corneria o cuando las naves del equipo Star Fox despegan para enfrentarse a Andross y defender su mundo.
Mirando el juego en si, nos encontramos ante un shooter espacial, donde seguimos un recorrido fijo (sobre raíles) mientras vamos destruyendo a las naves enemigos y sorteamos todo tipo de obstáculos, desde edificios a asteroides. A final de cada nivel nos enfrentamos a un jefe final de fase, que suele ser bastante grande y temible, como manda los patrones del género. A destacar como el juego se alejaba de la típica selección de dificultad, ofreciendo tres rutas distintas representando los grados de dificultad distintos. Esto proporcionaba al juego una mayor duración, ofreciendo buenas razones para seguir jugándolo una vez acabado.
Más que gráficos
Sin duda los gráficos se convirtieron en su mayor baluarte. Sus gráficos 3D ahora resultan poco menos que ridículos, los enemigos y escenarios están formados por una decena de polígonos. Sin embargo en la época, estos maravillaron a mucha gente. Ver los movimientos de cámara, los enormes jefes finales… era un espectáculo, sobre todo si era tu primera exposición a las 3D. Incluso la baja tasa de imágenes no importaba.
Años después el juego fue superado por su secuela. Sin embargo el original es un gran juego que pone a prueba nuestra pericia y pilotaje con niveles imaginativos, entre ellos algunos ciertamente impresionantes para la época. El más destacado es un nivel donde tendremos que colarnos en las entrañas de enormes naves enemigas y sortear obstáculos al más puro estilo Luke Skywalker en la Guerra de las Galaxias cuando se dirigía a destruir la Estrella de la muerte. No puedo dejar de mencionar la excelente banda sonora del juego que ambienta excelentemente cada uno de los momentos del juego.
En pocas palabras, Star Fox es un clásico de la Super Nintendo. No fue sólo una demo técnica de gráficos poligonales en la consola, sino un gran juego por méritos propios. Os dejo con uno de los niveles secretos del juego, una auténtico trolleada de nivel donde es imposible continuar el juego una vez derrotado el jefe final. También demuestra que a los chicos de Nintendo les va las drogas duras.
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