Las Mejores Sagas | Sonic The Hedgehog (IV)

Sega entra en barrena

Mientras que en la generación de 16 bits eran Sega y Nintendo los únicos combatientes de la guerra, en la siguiente generación fue Sony quien con su flamante PlayStation entró con fuerza. Y como se suele decir, tres son multitud, Sega fue la mayor perjudicada en esta nueva época y su consola, Sega Saturn, no tuvo una vida larga y muy próspera.

A los problemas de la consola, que iban desde su arquitectura al marketing, había que sumarle el hecho de que Sega fue incapaz de proporcionar a la consola un juego de Sonic en condiciones. Mientras Nintendo maravilló al mundo con la transición a las 3D de su personaje más relevante con Super Mario 64, Sega canceló el juego de Sonic que se convertiría en la punta de lanza de la Saturn. El parche para remediar la situación fue un port del Sonic 3D de Mega Drive, Sonic R un juego de carreras e incluso una recopilación de los juegos de Mega Drive.

Después del fracaso de Saturn, Sega decidió no cometer los mismos errores y para eso se decidió a tener listo para el lanzamiento de su nueva consola, Dreamcast, un nuevo y flamante Sonic. Este juego se llamó Sonic Adventure, y fue el estreno de verdad en las 3D de Sonic.

Del 2D al 3D

Una de los mayores retos de muchas de las sagas nacidas en la época de las 2D, ha sido la transición a las 3D. Sagas como Mario son uno de los mayores ejemplos de cómo llevar la jugabilidad clásica a la nueva dimensión. Sonic Team, sin embargo, introdujo algunos cambios importantes. La primera y más relevante de todas fue que en Sonic Adventure había dos tipos de fases: Las típicas de siempre de la saga y las llamadas Adventure Fields , que se desarrollan en escenarios más abiertos y son donde la trama tiene lugar principalmente, además de incluir algo de exploración y algunos sencillos puzzles. Por si esto fuera poco, en el juego tenemos hasta 6 personajes diferentes. Cada uno de ellos con sus particularidades en la jugabilidad.

Pero antes de entrar en más detalles, hablaremos de la parte técnica. Y es que, sin duda, el aspecto gráfico fue una de las mejores armas del juego. El título salió en 1998 y aunque ahora los gráficos nos parezcan antiguos, tenemos que pensar que mucha gente aún jugaba con su PlayStation. El salto de generación que Sonic Adventure ponía sobre la mesa era digno de ver. Sonic se desplazaba con gran velocidad por escenarios con un nivel de detalle nunca visto hasta entonces en consolas. Jugar al primer nivel y ver cómo una orca gigante persigue a Sonic destruyéndolo todo no tiene precio.

Sin embargo, se echa de menos el colorido e imaginativo mundo de los juegos de Mega Drive. Green Hill ha sido sustituido por una ciudad gris donde Sonic, un erizo azul, convive con humanos con total normalidad. También es el primer Sonic donde la historia tiene una gran importancia, lleno de escenas y diálogos en las que la trama se desarrolla. Podría hablar de ella, pero es realmente aburrida y que realmente sólo interesará a los que tengan menos de 10 años.

Todos estos cambios a nivel superficial también se trasladan a la jugabilidad. El salto a las 3D trae una revisión de la jugabilidad clásica, donde se busca imprimir mayor velocidad y espectacularidad al juego. Los momentos donde nos lanzamos por loopings y rampas varias son mucho más numerosos. El problema es que perdemos totalmente el control de Sonic durante estas mismas, dependiendo del juego el que nos lleve por buen camino, cosa que no siempre es así. También los niveles son menos complejos y algo más lineales, de todas formas éstos incluyen caminos alternativos que mantienen, en parte, el espíritu de la saga. De esta forma los niveles de Sonic son divertidos, a pesar de que el tiempo ha hecho florecer sus defectos.

Y ahí está el matiz, los niveles de Sonic. Porque, como hemos dicho, el juego tiene hasta 6 personajes distintos con su historia, niveles y jugabilidad propia. Sonic Adventure comenzó la mala costumbre de meter amigos de Sonic por doquier en sus juegos, personajes que la mayoría de nosotros no quiere controlar, ya que nos hemos criado con Sonic. Es como si en un Mario tuviéramos que jugar con Peach, Yoshi, Toad o cualquier personaje de poca monta de la saga. Lo peor sin duda, es que la jugabilidad de algunos de estos personajes deja mucho que desear, como la de Knuckles, donde tenemos que explorar los escenarios en busca de cristales, en niveles sosos y sin gracia.

Sonic Adventure fue una gran incursión a las 3D y no era fácil. Sonic Team creó la base de los Sonic modernos con Adventure, una base que se ha ido desvirtuando con los años hasta crear juegos realmente horribles. Es también la ruptura con el Sonic clásico en mucha de sus facetas, algo que bastante gente aún no asimila. Para bien o para mal, Sonic Adventure constituye una nueva etapa de la mascota de Sega.

La semana que viene más, que aún queda Sonic para rato. ¡Nos vemos!

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