Los Pokémon shiny son los que tienen un color distinto al del Pokémon original, y por los que la gente se pelea ya que no son comunes ni fáciles de conseguir. Aunque en anteriores generaciones esta labor resultaba menos difícil gracias al Pokeradar, en la nueva generación también hay una forma (cuanto menos curiosa) de conseguir este tipo de Pokémons: la pesca encadenada.
Lo primero es tener alguna de las cañas de pescar del juego, este requisito es imprescindible, por si no tenéis alguna os digo sus ubicaciones: la caña vieja te la da un pescador en el acuario de Pueblo Petroglifo, junto a la estatua del Magikarp dorado; la caña buena te la da un pescador en el puerto de Ciudad Témpera y la Supercaña te la da un pescador en el Club de Pesca de la Ruta 16 (Senda Melancolía). Otro requisito es que el primer slot de nuestro equipo Pokémon debe ser uno que tenga la habilidad Ventosidad (como Octillery o Malamar) o Viscosidad (como Muk o Gastrodon).
Con nuestro pokémon con ventosidad o viscosidad situado en el primer slot y una de las cañas equipada, nos dirigimos a cualquier zona de Kalos donde se pueda pescar y nos ponemos a ello. Si el Pokémon que pica el anzuelo no es shiny, huimos del combate. Es importante no moverse de la posición ya que al movernos se romperá la cadena de pesca y habrá que empezarla de nuevo para que salga el shiny. No importa alternar cañas, esto no romperá nuestra cadena.
Repite este proceso de lanzar la caña, huir del Pokémon si no es shiny y no moverte en ningún momento de tu posición hasta que aparezca un Pokémon shiny. ¡No te rindas! No es una tarea fácil pero acabará saliendo si le pones empeño. La media es aproximadamente de unas 35-40 pescas consecutivas si tienes algo de suerte, pero merecerá la pena.
