El “Hype” es el fenómeno que se reúne alrededor de un gran lanzamiento de cualquier cosa en forma de grandes expectaciones. Lo malo es cuando este “hype” se convierte en decepción, lo que hace más amargo que un producto no haya llegado a la calidad deseada. Y lo peor es que cada vez es más común en el mundo de los videojuegos, después de Assassin’s Creed: Unity, le toca el turno de The Order: 1886 de pillar por todos lados.
Muchos esperaban un juego a la altura que compitiera con lo mejor del género, y la verdad es más bien distinta, sobretodo si nos vamos y comprobamos cómo los críticos han respondido ante The Order: 1886 y la respuesta es que lo han hecho de forma severa y dura.
Ahora mismo el juego se sienta en un 65 sobre 100 en Metacritic, una nota muy baja, aún más baja que la que han recibido otros batacazos recientes. Aunque al contrario que en el caso de Assassin’s Creed Unity, cuya nota se vio mermada por los problemas gráficos y bugs, el problema de The Order: 1886 resulta que parece ser un juego no muy bueno.
Algunos ya lo habían pronosticado, pero el gran foco de Ready At Dawn para ofrecer una experiencia cinematográfica se haya vuelto en contra, con muchas críticas a su excesivo uso de escenas QTE y su gusto por quitar al jugador el control del personaje para ofrecerle una nueva escena con un argumento, aparentemente, no muy destacable.
Otros aspectos negativos mencionados de forma unánime se refieren a que es muy corto y no ofrece un incentivo para jugarlo más de una vez y alargar la vida útil del juego. Recordemos que el juego no tiene modo multijugador así que una vez terminada la campaña principal, no hay mucha razón para seguir jugando.
Eso sí, todos coinciden que visualmente el juego es absolutamente fantástico y de lo mejor en consolas. Pero claro, no compramos los juegos para solo ver los gráficos, ¿o sí? En cualquier caso lo importante es el veredicto del público, algo que veremos en sus ventas.