Es bastante habitual la eterna discusión para ver quién la tiene más grande en términos gráficos entre el duopolio en sobremesa de PlayStation 4 y Xbox One, y la consola de Sony ha estado por encima de su principal rival en aspectos como la resolución. Por ese mismo camino se seguirá en el esperado The Witcher 3: Wild Hunt, título del estudio polaco CD Projekt RED que se sitúa como la primera muestra seria de que estamos ante una nueva generación de consolas, con un nivel visual simular a portentos como The Order: 1886 pero ofertando un mundo abierto, que son palabras mayores.
Ya sabemos que The Witcher 3: Wild Hunt ofrecerá una resolución de 1080p en PlayStation 4 y 900p en Xbox One, ambas a 30fps. Sin embargo desde el estudio polaco han explicado que aunque tiempo atrás se intentó ofrecer los 60fps, han preferido dar mayor importancia al apartado jugable que al visual, pero sin desmerecer este último. En declaraciones al medio Gamingbolt, el artista senior Michael Krzeminski ha señalado que “cuando tienes la visión de crear un RPG que dejará una visión duradera, no te pones a pensar en términos de resolución o framerate. Te pones a pensar en la aventura, en un mundo vivo, y en todas esas cosas que vas a ser capaz de hacer en dicho mundo. Los aspectos técnicos quedan en segundo plano que, por supuesto, no significa que no queramos que los gráficos sean impresionantes”.
Lo cierto es que todo lo visto del videojuego nos ha dejado bien impresionados, con una libertad de acción contrastada y un hilo argumental que se posiciona como garantía de buena calidad. Si bien es cierto el público que ha entrado de primeras a la nueva generación siente que ha pagado un precio alto por unos sistemas que no están ofreciendo un valor de retorno que colme sus expectativas. Hay que esperar que con la maduración del mercado y la buena predisposición de las herramientas de desarrollo, se acaben viendo cada vez más juegos de verdadera generación.