Salta y salta y tiro porque me toca. Así podría ser el lema del juego Triple Jump, una propuesta sencilla pero sumamente divertida, que nos invita a controlar los saltos de una bola en un escenario aleatorio repleto de peligros en forma de pinchos y aros a los que no podremos ni rozar. En sí, estamos ante el típico juego que no es valorado en una primera toma de contacto, pero que encierra una grata sencillez y diversión en forma de retos para superar nuestros pasados registros, y el del resto de la comunidad de usuarios, porque accederemos en más de una ocasión a las tablas de clasificación. Y es que los títulos de Ketchapp, que ya hemso disfrutado de Skyward, The Line Zen y de Stick Hero son más partidarios de lo jugable que de otra cosa técnica.
El funcionamiento de Triple Jump no es precisamente un misterio, dado que únicamente haremos uso de nuestro dedo para ejercer hasta tres saltos consecutivos de la bola. Y es que según la altura de los obstáculos se nos exigirá que saltemos una, dos y hasta tres veces seguidas para elevar nuestra altura, una tarea que no es del todo fácil dado que con el avance de la partida se irá incrementando la velocidad del scroll de la pantalla y será más complicado poder calcular bien nuestros saltos. A lo largo de la partida también iremos conseiguiendo una serie de gemas que las podremos canjear por la posibilidad de elegir otro tipo de bolas con distintas texturas, en un añadido más estético que jugable.
Como dijimos, quizás su principal baza sea su capacidad de desafiar al jugador para que marque nuevos registros y poderlos comparar con nuestros amigos o con el resto del globo. Aunque el desarrollo de las partidas pueda hacerse algo monótono, al menos se va cambiando el color de la pantalla para dar una mayor sensación de diversidad, aunque a este tipo de juegos siempre se les achaca algún modo más o bien nuevos incentivos para ampliar una durabilidad que quizás no pase de apenas un par de días.
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