La feria de videojuegos de Alemania es, además de la más grande de Europa, un sitio de referencia para ver más de cerca todos esos títulos que saldrán al mercado tanto a corto, como a medio y largo plazo. Pero la Gamescom no sólo nos ofrece material de grandes AAA, sino que también nos da la oportunidad de conocer más detalles sobre juegos de presupuesto más modesto, pero con una propuesta muy interesante que merece la pena escuchar. Es el caso de Kingdom Come: Deliverance que os presentamos hace poco menos de un año. Un juego de corte RPG en un mundo abierto desarrollado por Warhorse Studios, sito en Praga.
Aunque su presupuesto no es ni de lejos tan elevando como los de grandes AAA del mercado, esto no ha impedido a Warhorse Studios ofrecer una propuesta muy sólida y atractiva, presentándonos la región Bohemia –durante el siglo XV, último de la Baja Edad Media–, con un sistema de combate que brilla con luz propia, que hemos podido incluso probar. Pero antes de meternos en harina con ese sistema de combate tan interesante, es necesario hablar del concepto que presenta Kingdom Come Deliverance; un mundo realista basado, de hecho, en localizaciones reales. Esta parte del juego huelga decir que es bastante impresionante, y según nos comentaron los desarrolladores en su stand de la Gamescom, incluso los bosques y ríos que veremos están tratados con mucho cuidado para ser fieles a la realidad.
No vayáis a pensar que el juego es un puñado de fotografías volcadas a un mundo recreado por ordenador. No. Pero la tarea que Warhorse Studios se trae entre manos es, cuando menos, encomiable. Lo que vimos in situ de Kingdom Come es la prueba que da fe. El motor de juego empleado ha sido CryEngine, que aunque puede llevarnos a pensar que se queda corto para un juego de tales dimensiones, ha sido customizado a medida para ofrecernos una grata experiencia de juego. Las texturas están, a simple vista, muy cuidadas, y el hecho de ver localizaciones reales adaptadas al mundo del juego hace aún más admirable el trabajo del estudio checo.
Profundizando un poco más en lo que veremos en la región de Bohemia, tendremos a nuestra disposición un mundo de unos 16 kilómetros cuadrados que tiene vida propia. Este punto es algo que los desarrolladores nos han querido recalcar en todo momento. Kingdom Come Deliverance es un juego de rol de los de verdad, en el que cada personaje que vemos tiene una tarea asignada, y la cumplirá de manera independiente a nosotros. Nuestro rol en el juego será determinante para ayudar o perjudicar a las personas que viven en Bohemia –por ejemplo, si robamos un carro de provisiones, afectará al comercio de la zona y estarán enfadados con nosotros–, pero el mundo no gira en torno a nosotros. Somos una hormiga más de la colonia que hace que el mundo se mueva y funcione, no superhéroes. Algo que encantará a los más puristas de los juegos de rol.
Pero, como decíamos, el punto que brilla con luz propia en Kingdom Come Deliverance es ese sistema de combate tan característico que tiene en primera persona. Os voy a ser sincera, no es un sistema sencillo, y aquí es donde radica su atractivo. Estamos acostumbrados a juegos en los que nos basta y sobra con machacar botones para ganar, pero en Kingdom Come Deliverance tenemos que medir el tempo de nuestros ataques con precisión para no acabar derrotados. Tenemos seis zonas para atacar a nuestro oponente, pero también para proteger nuestro cuerpo de los ataques rivales mediante varios movimientos de defensa, así que necesitaremos usar la cabeza y analizar los movimientos del enemigo si queremos triunfar. Y esto es sólo la parte relativa a la lucha con espada, porque también podemos optar por la arquería.
En definitiva, Kingdom Come Deliverance ha sido uno de los juegos que más nos ha gustado de la Gamescom 2015 por todo lo que prometía ofrecer, y que en efecto, ofrece. No es sólo que veremos un mundo realista con una historia nada lineal en la que podremos completar las misiones de diferentes maneras, sino que el sistema de combate es lo que el género de rol pedía a gritos para ofrecer una experiencia de juego novedosa. Su sistema de físicas está muy logrado y de verdad ofrece una aproximación realista a los combates de la época medieval, en contraposición a lo que estamos acostumbrados a ver en las películas.
Todavía le queda trabajo por delante, y ha empujado su fecha de lanzamiento a verano de 2016 para terminar de pulir todos los aspectos de su complejo sistema de combate, además de las animaciones de los personajes y demás detalles del juego. Pero queda claro que Warhorse Studios tiene algo muy grande entre las manos y lo que hemos podido ver hasta ahora nos ha gustado hasta decir basta.