Hoy traemos dos batallas finales, ya que una de ellas es muy sencilla. Estos dos enemigos son los últimos jefes del capítulo uno. El Dragón no presentará demasiados problemas, pero Ultros es sin duda más difícil, de hecho uno de los más difíciles hasta el momento. Pero como siempre aquí estamos para llevaros a la victoria.
El Dragón es el enemigo que nos encontraremos al final de la cueva Vestman, después de visitar Yulyana. Por suerte a pesar de su pinta feroz y de que encontrarnos un Dragón en un RPG es un mal signo, es un jefe final bastante fácil. Sólo tenemos que tener en cuenta que el fuego no lo daña y sus fuertes ataques físicos. De todas formas manteniendo a nuestros personajes con la vida alta será suficiente. Por cierto, ahora de que disponéis del trabajo Ladrón es muy recomendable llevar al menos su habilidad “Robar” con la que podemos conseguir poderosos objetos de los jefes finales que nos encontremos. En este caso uno potentes mitones para Monje.
Ultros (que no tiene nada que ver con el enemigo clásico de la saga Final Fantasy) por su lado si es un enemigo al que temer. Cuando tengamos que volver al Templo del Viento será cuando nos enfrentemos a él. Este jefe tiene dos cabezas, la azul es débil a Fuego y la naranja a Hielo (evidentemente). La cabeza azul tiene un poderoso ataque de hielo a un solo personaje, mientras que la naranja ataca a todo el grupo con un poderoso ataque de fuego. Sino tenemos cuidado podemos ver como aniquila a todo el grupo.
Lo mejor es resguardarse con Default e intentar eliminar la cabeza azul lo antes posible (cada cabeza tiene 4000 puntos de vida en el modo normal). Si usamos la magia a la que es débil, impediremos que haga su ataque durante dos turnos, pero al tercero lo usara seguro, por eso es muy importante no inutilizar las dos cabezas a la vez y ver como usan su ataque más poderoso a la vez. Aunque con esta información es posible adelantarse y prepararnos para estos ataques. Quizás necesitemos un par de intentos pero con la preparación adecuada será fácil.