Después del éxito de The Legend of Zelda: Ocarina of Time 3D, era sólo cuestión de tiempo que Nintendo hiciera lo mismo con la secuela de Nintendo 64, Majora’s Mask. Reconocido cómo uno de los Zeldas más oscuros y raros, el juego para muchos es uno de los mejores de la saga, aunque jamás llegó a obtener el reconocimiento ni el impacto del anterior juego. Ahora Nintendo nos da la oportunidad de disfrutar de este remake y que será la versión definitiva del juego.
En el pasado Nintendo Direct pudimos ver cómo lucía el juego, pero para ver el nivel de detalle añadido en este remake nada mejor que una comparativa con la versión de Nintendo 64. Y es que sin duda alguna la versión original no ha soportado bien el paso del tiempo, a pesar de que utilizaba el expansión pack de la antigua consola de Nintendo para mostrar gráficos mejores.
Las mejoras gráficas son más que evidentes, la versión de 3DS es mucho más detallada en todos los aspectos desde las texturas, los modelados de los personajes y escenarios y una iluminación mucho más realista, mientras que la versión de Nintendo 64 arrastra todos los problemas que sufría otros juegos de la época y de la consola, entre otros baja tasa de imágenes, excesivo uso de la niebla, texturas borrosas y su aspecto excesivamente poligonal típico de la época.
Lo mejor es que el cambio gráfico apenas afecta nada a la gran ambientación del original, excepto por el cambio de la iluminación en ciertas escenas, aunque son siempre para mejor.
Teniendo en cuenta esto y los otros añadidos a esta versión, cómo un sistema de guardado más acorde a una portátil y a los tiempos que corren o la opción de usar el C-Stick de la New Nintendo 3DS para controlar la cámara, está claro que todo fan de la saga debería hacerse con esta versión y disfrutar una vez más de este clásico. El juego sale el 13 de febrero, misma fecha que la New Nintendo 3DS.
