Los dragones son las criaturas definitivas del nuevo Dragon Age Inquisition, con permiso de Corifeus, claro, que tampoco es manco. En Xombit Games ya os hemos detallado las debilidades de los 10 dragones secundarios y cómo dar con ellos. Ya os adelantamos que había otros dos pertenecientes a la historia principal, con lo que, ¡cuidado con los spoilers!
El primero de estos dos reyes del cielo se llama Guardián de Mythal y por suerte para nosotros, si somos completistas y hemos cazado a los anteriores dragones, este no nos costará mucho. Lo encontraremos en la penúltima misión principal, y nos enfrentaremos a él si en la misión anterior, “Lo que ha traído el orgullo”, nosotros bebimos del pozo. Si dejamos que lo haga Morrigan, no habrá dragón alguno y no tendremos el trofeo “Sobre alas ardientes”.
Como nos encantan los dragones y no íbamos a dejar que nuestra querida Morrigan bebiera del pozo, en “El último acto”, tras investigar el altar de Mythal vendrá su guardián a protegerlo, es decir, a darnos una buena tunda. Es nivel 23 y débil al frío, por lo demás no hay mucho más que añadir. No será más complicado que ningún dragón al que nos hayamos enfrentado antes, salvo que a este no lo mataremos, cuando le quitemos la mitad de la vida, huirá.
Tras este combate llegará la última misión, “La condena al mundo entero” donde tendremos por narices que enfrentarnos a un dragón, el de lirio rojo al que ya vimos casi al principio del juego, no sin antes encarar a Corifeus. Cuando le hayamos quitado la mitad de la vida a nuestro enemigo, llegará su dragón y él se retirará un rato.
Su “mascota” no es moco de pavo. No tiene ninguna debilidad y es inmune a todos los efectos incapacitantes, con lo que da igual qué mago llevemos, no tendremos forma de tener un plus en el ataque. Menuda papeleta.
Es recomendable tener a los miembros del grupo que ataquen a distancia lejos del dragón, y asegurarnos de volver a distanciarlos cuando nos arrastre hacia él a todos, así evitaremos que se lleven los durísimos golpes cuerpo a cuerpo del monstruo. Por lo demás, es bueno que los 4 miembros del grupo ataquen a la misma pata del dragón, ya que nos será más fácil debilitarle.
Cuando el dragón esté casi muerto tendremos que enfrentarnos de nuevo a Corifeus y la cosa estará vista para sentencia. En toda esta misión final es esencial tener a los miembros del grupo débiles lejos de la acción y aprovechar las cajas de suministros que tendremos, nos harán falta las pociones.
Si queréis saber cuál es la mejor forma de acabar con Corifeus, seguid atentos porque pronto os lo contaremos. Hasta entonces tenemos otras guías para subir rápido de nivel, cerrar grietas del velo difíciles y saber con qué personajes podemos tener romances.
¿Preparado para salvar al mundo matando dragones?
