El lanzamiento de la nueva aventura de Lara Croft en Rise of the Tomb Raider todavía queda muy lejos ya que está proyectado para finales de este año, pero gracias a la cobertura especial de Gameinformer hemos podido conocer más detalles sobre lo que nos espera en el próximo título de la saga, y hoy es el turno de la historia que viviremos en él.
Desde el reboot de la saga, Crystal Dynamics buscaba centrarse en construir a todos los efectos una historia para la arqueóloga que estuviera basada en una leyenda real, y para Rise of the Tomb Raider, la compañía ha seguido esta misma línea realizando una extensa búsqueda sobre mitos o leyendas que se ajusten a las historias típicas de la saga.
En esta ocasión veremos cómo Lara va en búsqueda de los secretos de la inmortalidad, buscando la localización de una antigua ciudad llamada Kitezh que se hundió en lo más profundo de un helado lago ruso siglos atrás, lo cual nos proporciona escenarios totalmente nuevos y diferentes que explorar y una línea argumental coherente respecto al título anterior.
Precisamente, una de las claves de Crystal Dynamics para repetir el éxito del primer juego es continuar con el hilo argumental, en el que nos enfrentamos a situaciones que mezclaban lo real con lo sobrenatural, teniendo que enfrentarnos en última instancia al alma inmortal de Himiko, lo cual encaja perfectamente con la necesidad de la arqueóloga de descubrir todos los secretos de la inmortalidad.
Por otro lado, Lara sufre de estrés postraumático después de los eventos de Yamatai, y lo más sensato para ella es lidiar con sus miedos y confirmar la veracidad de lo que vivió buscando sin parar leyendas que estén relacionadas con la inmortalidad, lo que hace que aterrice directamente en los parajes inhóspitos de Siberia, con lo que Crystal Dynamics deja cubierta por completo la parte coherente del juego.
Aunque no hay muchos detalles de la ciudad perdida de Kitezh, sí sabemos que se remonta al siglo trece y cuenta la historia de la invasión del pueblo Mongol, pero lejos de buscar defenderse de la invasión, los habitantes de la ciudad entonaron un rezo al unísono y la ciudad entera comenzó a hundirse bajo las aguas del lago cercano. Según dice la leyenda, sólo aquellos que alberguen pureza en su corazón podrán encontrar el camino a Kitezh.