La mayoría de los programas virales se han basado en una estética visual diferente, transgresora y absurda para llamar la atención, pero siempre con la premisa de ofrecer un estilo de juego sencillo que sea capaz de disfrutarlo cualquier persona, con o sin experiencia. Si el bueno de Flappy Bird ya nos demostró que con una jugabilidad absurda y lineal era capaz de engatusar a millones de jovenes -y no tan jovenes-, las imitaciones se han multiplicado, aunque por suerte hemos estado viendo propuestas de mayor calibre jugable intentando innovar por otros caminos.
Bouncy Bits se basa en una jugabilidad sencilla, heredada de Dash till Puff y nos pone a controlar los infinitos saltos de una cabeza cuadriculada y pixelada por multitud de niveles. Para ello es fundamental que pongamos en práctica nuestros reflejos y veamos cómo va nuestro pulso, mientras vamos esquivando estructuras fijas y móviles por escenarios infinitos. También contamos con una especie de fases donde, al concluirlas, podremos desbloquear nuevos personajes cabezones, el principal baluarte del programa.
De hecho el equipo de desarrollo pone en liza decenas y decenas de estas cabezas a desbloquear, muchas de ellas basadas en personajes incónicos populares, y cada uno con su propia estética y sonidos, aunque lamentablemente parece que se manejan exactamente igual. En principio todos los personajes pueden desbloquearse de tres maneras: superando registros y fases, haciendo uso de las microtransacciones o bien canjeando monedas.
En los niveles nos iremos encontrando con determinadas monedas puestas a traición entre obstáculos que podremos coger para canjearlas por nuevos personajes. Éstos quedan encuadrados entre aquellos comunies, raros y muy raros, y algunos de ellos los conseguiremos con el azar al abrir una serie de cajas a lo Pokémon donde se esconde dentro el personaje. Aunque jugablemente queda limitado, al final su atractivo más determinante es la consecución de todos los personajes, que son muchos y variados.
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