Analizamos The Elder Scrolls V: Skyrim

Si hay una saga de juegos de rol mítica entre los fan del género esta es The Elder Scrolls. Han tenido que pasar 5 años desde que Bethesda nos trajeran Oblivion para que podamos disfrutar de esta una nueva entrega. Skyrim llega para cumplir con todos y cada uno de los deseos de los jugadores ansiosos de aventuras épicas.

Historia

La situación de Skyrim es complicada, la región está sumida en una guerra civil provocada por el levantamiento de un grupo de nórdicos que no apoyan la firma del Concordato Blanco y Dorado por parte del Imperio. Este tratado puso fin a la guerra contra los Altos Elfos pero pagando un alto precio por ello. La prohibición del culto a Talos, el primer emperador de la dinastía Septim que más tarde fue ascendido a Dios, impuesta por los Altos Elfos, supuso el inicio de la rebelión comandados por Ulfric Capa de la Tormenta. Además este último acaba con la vida del rey supremo de Skyrim llevando la región a una lucha entre los distintos jefes de las comarcas por posicionarse en un bando o en otro.

En este contexto comienza nuestra aventura. Preso por el imperio y a punto de ser ejecutado Dovahkiin es liberado en medio de un enfrentamiento.

Razas y Personalización

Skyrim permite la total personalización de nuestro héroe. Comenzando por la posibilidad de elegir una de entre las diez razas disponibles, cada una de ellas con ciertas habilidades que las hacen más o menos afín a alguna de las clases, pero sin poner límites al jugador.

Las posibilidades que nos ofrece Skyrim son prácticamente infinitas. El hecho de que la raza seleccionada no nos encasille en una clase específica permite que podamos definir a nuestro personaje como más nos guste, independientemente de la raza seleccionada, aunque si somos coherentes podremos aprovechar mejor las habilidades innatas de cada una de las razas.

La especialización del personaje se realiza mediante el uso de los monolitos que encontraremos a lo largo de mundo de Skyrim. Solo se nos permitirá tener activado uno de ellos al mismo tiempo pudiéndolo cambiar en cualquier momento del juego.

La activación del monolito de magia, por ejemplo, nos permitirá adquirir las habilidades de la misma con mucha más rapidez, pero en todo caso tampoco nos impide desarrollar el resto.

A medida que vayamos utilizando las diversas habilidades del personaje, ya sea magia, ataque a una mano o bloqueo, subirá nuestra efectividad en el uso de la misma aumentando su nivel siendo el 100 el máximo por cada una de ellas.

Las dieciocho habilidades disponibles se distribuyen en forma de constelación, como si de dieciocho galaxias se trataran. Cada una de estas galaxias tiene sus propias ramificaciones y unos puntos intermedios que podremos ir activando a medida que vayamos subiendo de nivel con el punto de habilidad que se nos concede con la subida del mismo.

Estos puntos intermedios nos otorgan movimientos especiales, posibilidad de realizar ataques más poderosos, o realizar armaduras de un determinado material, y son la base de la flexibilidad que ofrece Skyrim a la hora de crear el personaje a nuestro antojo.

Independientemente de la raza o clase del personaje existe otra habilidad innata que poseeremos al ser un legendario sangre de dragón, la habilidad de lanzar ”Gritos”. Estos gritos nos permitirán lanzar poderosos ataques en forma de bolas de fuego, hielo, relentizar el tiempo o desplazarnos a mayor velocidad. Para ellos será necesario hacer uso de nuestra habilidad para aprender el lenguaje de los dragones. Los gritos se componen de 3 palabras cada uno para completar el total de su poder.

Podremos aprender las palabras que componen los gritos encontrando las mismas repartidas por el mundo de Skyrim o aprendiéndolas de los Barbas Grises, los ancianos maestros que dominan el lenguaje de los Dragones.

Cada una de la tres palabras que componen un grito aumentan el poder del mismo pudiendo crear poderes devastadores que nos ayudaran a acabar con nuestros enemigos de una forma más fácil y serán especialmente útiles en los combates con los dragones.

Un mundo vivo

La libertad dentro del mundo de Skyrim, como no podía ser de otra forma en la saga The Elder Scrolls, es total. Podemos explorar, realizar tareas secundarias, descubrir nuevos lugares…etc. todo a nuestro antojo.

El juego da la sensación en todo momento de estar vivo. La meteorología cambia en cualquier momento, la transición día y noche y la forma de actuar de los personajes contribuyen a ello.

Mención especial merece el trabajo que ha hecho los chichos de Bethesda con la Inteligencia Artificial de los habitantes de Skyrim. Podemos observar como hacen su vida, salen a trabajar, realizan sus tareas, tienen conversaciones con otros personajes o simplemente vuelven a casa a descansar cuando anochece.

Estos personajes actuarán de forma distinta con nosotros dependiendo de nuestra raza, si nos hemos decantado por algún bando dentro de la guerra civil o harán algún comentario de las armas o armaduras que llevemos en ese momento. Además tendrán en cuenta nuestros actos en su reacción hacia nosotros.

La extensión de la región de Skyrim vendría a equivaler a 40 km2 de superficie. En este extenso terreno nos encontraremos con todo tipo de paisajes y ciudades de variada arquitectura. Desde cimas nevadas, tranquilos ríos, antiguas minas enanas abandonadas, ciudades edificadas en rocas o templos misteriosos, todo tiene cabida en este impresionante mapeado.

Apartado jugable

Por primera vez en la saga, Bethesda ha conseguido encajar de forma natural la historia principal de juego dentro del mundo abierto de Skyrim. Esta historia transcurre de forma natural, representada en misiones que podemos ir avanzando a medida que nos apetezca y que encajan a la perfección dentro de la libertad que permite el juego.

Además de la aventura principal, podremos hacer multitud de misiones secundarias que variarán dependiendo de los gremios a los que nos unamos o personajes a los que decidamos ayudar o eliminar.

Las posibilidades son casi infinitas permitiendo que la duración de nuestra aventura se extienda casi hasta el límite que nosotros queramos poner.

El combate directo está bastante bien implementado. Con los gatillos del pad controlaremos el uso de cada una de las manos donde podremos equiparnos con distintas combinaciones, como dos armas, un arma un escudo, un arma un hechizo de curación, hechizo de destrucción y escudo o combinar dos hechizos distintos creando ataques realmente poderosos.

Uno de los puntos más acertados en el control es la introducción de la opción de favoritos. Mediante este menú podremos acceder de forma rápida a los objetos, armas, hechizos o gritos que asignemos en este menú tan solo pulsando hacia arriba en el pad. En ese momento se pausa la acción permitiendo al jugador seleccionar las opciones que mas ventaja les dé en cualquier situación. Un acierto más de los desarrolladores para facilitar la interfaz al usuario.

Enemigos y Dragones

Durante nuestro viaje podremos encontrarnos multitud de enemigos a los que enfrentarnos. Desde animales salvajes como osos o lobos hasta gigantes o maquinarias de guerra enanas. Pero si uno de estos enemigos destaca sobre el resto son los dragones.

Sin duda, una de las grandezas de este juego es la implementación de los dragones. Estos pueden aparecer en cualquier momento mientras paseamos los Skyrim.

Los dragones son enemigos duros de verdad que nos pondrán en un apuro en más de una ocasión pero el nivel épico que se alcanza cuando escuchas el rugir de una de estas bestias mientras te preparas para enfrentarte con ella no tiene igual.

Música y sonido

No podía terminar este análisis sin hacer mención especial a este apartado. El trabajo del compositor Jeremy Soule es impecable. Tan solo escuchar el tema principal del juego demuestra la tremenda calidad de la banda sonora de Skyrim a nivel de las grandes superproducciones del mundo del cine.

Otro de los puntos fuertes a destacar es el tremendo esfuerzo que ha hecho Bethesda al traer este título doblado íntegramente a nuestro idioma. Es de agradecer en estos tiempos que corren que se hayan tomado esa molestia y más aún teniendo en cuenta la cantidad de diálogos y líneas de texto de las que se compone el título. Muchas otras compañías deberían aprender de ellos.

Conclusiones

Me dejo muchas cuestiones más sobre Skyrim que podría comentar pero podríamos hacer de este análisis un artículo interminable.

Skyrim es con merecimiento el juego del año 2011. Ningún otro ha conseguido plasmar un mundo abierto de la forma que lo han hecho en Bethesda.

Las posibilidades del título, su duración, extensión y calidad están fuera de toda duda y se agradece que en estos tiempo en los que las compañías prefieren gastar sus esfuerzos en desarrollos de juegos online, o en traernos los juegos en capítulos de pago llamados DLC, alguien apueste por un título que bien vale todos y cada uno de los euros que hemos pagado por él.

Una de las mayores experiencias para un solo jugador que podremos vivir en esta generación y un imprescindible para cualquier amante de los videojuegos.