Los precios de los videojuegos en formato físico oscilan entre los veinte y sesenta euros. Si repasamos los lanzamientos más esperados del año observamos que ninguno baja de los 50€, exceptuando el Total War Shogun II:
1. Mass Effect 3 – 54,95 €
2. Syndicate – 49,95 €
3. Total War Shogun II – 29,95 €
4. Alan Wake – 40,95 €
5. The Darkness II – 49,95 €
6. Skyrim – 49,95 €
7. Batman Arkham City – 50,95 €
8. ESDLA La Guerra del Norte – 50,95 €
9. Call of Duty Modern Warfare 3 – 54,95 €
10. Portal 2 – 49,95 €
La mayoría de usuarios nos quejamos de los precios de los videojuegos, pero ¿tenemos realmente la razón? Si tenemos en cuenta la escasa duración de la gran mayoría, hay razones de sobra para andar algo mosqueados. Los números hablan por sí solos y dan buena cuenta de que la industria es muy rentable.
Las películas tienen presupuestos que alcanzan los 300 millones de dólares, como es el caso de Avatar o Piratas del Caribe y nos cobran por el DVD una media de 18 €. Por otro lado, los videojuegos apenas llegan a los 60 millones y tienen un precio de 50 €. Es cierto que nos ofrecen más horas de diversión, pero también lo es que las multinacionales se forran a nuestra costa.
FX Interactive
La empresa española tiene una política de precios que fija en 19,95 € todos sus videojuegos. Dentro de su amplia colección encontramos auténticas joyas como After the War, Hollywood Monsters, Call of Juarez, Sniper Ghost of Warrior, New York Crimes o El Primer Templario. Los resultados del ejercicio económico de FX son excepcionales, lo que significa que no es necesario que un juego nos salga por un ojo de la cara para que sea bueno.
Suscripciones
Grandes éxitos como Diablo, World of Warcraft o Star Wars: The Old Republic ofrecen a los gamers la posiblidad de pagar cuotas mensuales por jugar. Sin duda, esta es una opción interesante porque te permite exprimir el juego al máximo. Sin duda, resulta más rentable pagar 12 euros por 30 días de diversión, que pagar 54,95 € por Mass Effect 3, terminarlo en veintiocho horas y quedarte con cara de tonto.
Futuro
A pesar de la crisis y de la piratería, la salud del mercado de los videojuegos es inmejorable. Esto significa que las desarrolladoras estipulan unos precios a sus productos que les están generando grandes beneficios. ¿Seguirían siendo empresas rentables si bajaran los precios un 20%? La respuesta es que sí, pero no lo van a hacer. Aquí impera la ley del más fuerte y los usuarios sufrimos las consecuencias.
La distribución digital y las cuotas mensuales son el futuro de los videojuegos, ya que abaratan costes y alivian nuestros maltrechos bolsillos. Aun así, no podemos tomar una actitud conformista y hay que alzar la voz cuando un juego no cumple las expectativas. Hay que exigir títulos de calidad a precios más económicos y utilizar las redes sociales como arma arrojadiza. ¡Basta ya!