El primer pequeño gran detalle a remarcar para hacer rachas de victorias en Clash Royale es, por supuesto, nuestra baraja de cartas principal. La que llevamos por norma general a cada partida, vamos. Si queremos ganar, tenemos que ir con las cartas que nos hagan sentir más cómodos en batalla, pero no se trata de elegir cartas sin orden ni concierto porque nos parecen más bonitas o poderosas. Una buena baraja es el primer paso para ganar la partida.
Por otro lado, el nivel de las cartas es un factor bastante importante de cara a ganar el máximo número posible de partidas sin perder ninguna. Podemos tener una configuración de baraja que funcione a la perfección de acuerdo a nuestro estilo de juego, pero que el nivel de las cartas nos falle cuando nos enfrentemos a oponentes con más potencia que nosotros. Las cartas épicas son muy llamativas, pero cuesta mucho subirlas, así que es importante no abusar, por ejemplo.
Si ya hemos pasado por configurar una buena baraja de cartas de nivel adecuado para cada una de nuestras batallas, aquí llega el verdadero truco para hacer rachas de victorias; el sistema de matchmaking. A todos nos ha pasado que hemos perdido más de 2 y 3 partidas seguidas, y este es el resultado del sistema de matchmaking de Clash Royale. En las primeras partidas jugaremos contra rivales de nuestro mismo nivel prácticamente, pero tras ganar unas 5 partidas seguidas, el sistema nos meterá con oponentes de mayor nivel.
Obviamente la mejor forma de evitar esto es dejar de tentar a la suerte y dejar que el juego “se enfríe” durante un rato antes de seguir jugando. Podemos dedicar ese tiempo a desbloquear cofres y sopesar nuestras opciones para subir las cartas o retocar la baraja, teniendo en cuenta que con una racha de 5 victorias habremos conseguido ya desbloquear el cofre de coronas. Continuar jugando tras la racha probablemente nos hará estar expuestos a adversarios de nivel mayor, lo cual acabará en derrota.
Ya sabéis, lo mejor es jugar sesiones de unas 5 o 6 partidas máximo para evitar las rachas largas de derrotas. Además, una vez conseguido el cofre de coronas y la barra de cofres para desbloquear, sólo nos queda jugar por jugar. Clash Royale es un juego bastante adictivo, aunque perder no suele gustar a nadie, y mucho menos perder sin parar. No olvidéis conseguir monedas de oro y subir el nivel para tener acceso a cartas más potentes para ganar. Imprescindible.