La actualización de abril ha traído a Destiny nuevas actividades para completar, y la más destacada es el desafío del Presidio de los Ancianos, a nivel 42. La semana pasada teníamos que derrotar al Minotauro centromental en la primera ronda, a Sylok el Profanado en la segunda ronda, y al Sirviente piloto en la última ronda, pero con el reset semanal los bosses han cambiado. El primero de esta semana es Sylok el Profanado, así que hoy pasamos directamente a la guía para derrotar al segundo jefazo; el estratega Cabal Val Aru’un.
Como ya sabemos por experiencias anteriores en el Presidio, este boss es bastante molesto por el lanzamisiles que lleva en las manos, además de su séquito Cabal que también va equipado con lanzamisiles que no nos dejarán respirar. El mejor sitio para afrontar esta segunda ronda también es la salida de la exclusa, ya que podremos revivir a los compañeros si mueren, y tendremos cobertura suficiente para protegernos todos de los incesantes misiles.
Rápidamente veremos que Val Aru’un tiene un escudo impenetrable que lo hace inmune a todos nuestros disparos, y es porque va acompañado por psiónicos desolladores que le proporcionan el escudo, parecidos (por no decir iguales) a los del asalto Palacio del Polvo. La única manera de hacerle daño es matar a todos los desolladores para que se le quite el escudo, y darle con todo lo que tengamos durante los 20 segundos de vulnerabilidad que tendrá hasta la siguiente ronda de desolladores.
La rutina que debemos seguir en esta ronda del Presidio es: quedarnos cerca de la exclusa para tener cobertura, matar a todos los centuriones y psiónicos que nos incordien para aumentar la puntuación, destrozar a los desolladores que proporcionan el escudo a Val Aru’un, y por último, disparar al propio Aru’un cuando no tenga escudo para bajarle tanta vida como podamos durante esos casi 20 segundos.
Esta parte del desafío del Presidio tiene una luz mínima recomendada de 320 puntos, así que si estamos más cerca de 330 que de 320 –[aquí os enseñamos cómo subir rápido a 335 de luz– no tendremos ningún problema para pasar la ronda sin despeinarnos. El antiguo Val Aru’un era más complicado con los retos que Variks nos ponía en cada ronda, así que este es pan comido.