Si hoy tuviéramos que buscar juegos parecidos a Golden Axe, Altered Best, Double Dragon o el mismo Streets of Rage, tendríamos que acudir a videojuegos Hack and Slash, un subgénero de los _ Beat ‘em up _, como por ejemplo la saga Devil May Cry. Sin embargo, juegos como Streets of Rage triunfaron en su momento gracias a su jugabilidad, gráficos y la diversión con los amigos.
Limpiando la calle de malhechores
Las calles de la gran ciudad están gobernadas por un mafioso y sus secuaces. Nosotros somos tres policías nada convencionales, Adam, Axel y Blaze, dispuestos a limpiar las calles y acabar con la tiranía de la mafia, aunque para ello tengamos que saltar por encima de la ley. Nada que no podamos conseguir con nuestro mando y nuestros amigos.
Streets of Rage aportó al género mucha frescura y a Mega Drive uno de los títulos más importantes para la 16-bits de SEGA. Con completo control gracias al mando de tres botones y un control de la dirección de cuatro ejes (visto en muy pocos juegos hasta ese momento).
Otro de los alicientes añadidos del videojuego fue sin duda la cantidad de ítems disponibles para nuestros policías. Cuchillos, bates de beisbol, tuberías o botellas de cristal entre otros, estaban a nuestra disposición para pegar con más fuerza a nuestros rivales e incluso para lanzarlos y ensartar al primer desgraciado que apareciera.
Dos mejor que uno
Si había una característica que destacara respecto a las demás, sin duda esa era la posibilidad de conectar un segundo mando y jugar con otra persona. Pero la opción multijugador no se limitaba, solamente, a tener dos protagonistas en pantalla, sino que los enemigos finales de cada fase eran más difíciles de matar o un jugador podía coger al otro para realizar un ataque combinado.
El multijugador obligaba a cambiar la estrategia y a ayudarse el uno al otro para sobrevivir durante todo el juego, convirtiendo el juego en otro totalmente distinto respecto al modo de un jugador.
Gráficos y banda sonora
Mención aparte merecen los gráficos y la banda sonora de Streets of Rage. Gracias a la potencia de Mega Drive y a la estética CyberPunk que se aprecia, sobretodo, en los escenarios y en las vestimentas de los enemigos. Streets of Rage era un título completamente distinto y original a la gran mayoría del catálogo de la consola, lo que provoca que con el paso de los años aquellos que lo hemos jugado recordemos fácilmente como era.
Esto último se puede aplicar a la banda sonora del videojuego, inspirada en la música que se escuchaba en las discotecas de la época. Cada track de música ayudaba a nuestra inmersión en el universo decadente y marginal que nos propone Streets of Rage.
¡Genial! ¡Cuántas horas pasadas jugando con él!
juegazo!!! que tiempos..
el jefe final! el condonero! grandioso
[…] sentó las bases de un género que luego se iría refinando con títulos como Double Dragon o Streets of Rage, pero ¿quién nos iba a decir que un juego de 8 bits analizándolo a día de hoy demuestre tener […]
[…] La mejor definición que se me ocurre es la de la mezcla de conceptos similares a Street Fighter, Streets of Rage y Fruit […]