Una nueva generación de consolas, una nueva guerra

Parece que algunos de los directivos de las tres grandes del mercado de consolas domésticas (Sony, Microsoft y Nintendo), tienen la lengua un poco suelta estos días, y se han ido pronunciado sobre la nueva generación de sus consolas. Cada uno con su versión, verdad o táctica, pero está claro que la carrera ya ha empezado.

Nintendo, la primera

Nintendo, que sin duda será la más prematura, presentó ya en el pasado E3 su nueva máquina, la Wii U, aunque llena de confusión y misterio. Desde Nintendo se reconoce que el concepto no fue claramente explicado. Muchos pensaron incluso que el nuevo mando era un add-on para su consola actual, Wii.

Aun así, no hay nada que los vaya a frenar, ya que según Satoru Iwata los jugadores ya están listos para las nuevas consolas. Fue mencionado en una reciente conferencia en la que, además, se anunciaron interesantes novedades en relación a Wii U, pero quizás los que más deseen comenzar esta carrera sea la propia Nintendo.

Y es que, como se pudo ver en los resultados financieros de este 2011, Nintendo ha sufrido considerables pérdidas. Sin duda las dificultades del Tsunami y de la fortaleza de la moneda japonesa tienen parte de culpa, pero haber fallado por más de cinco millones las estimaciones de venta de su consola Wii, no es algo que ocurra habitualmente en la compañía.

Wii es un barco que se hunde, sin posibilidad alguna de rescate. La que no hace mucho tiempo era la líder indiscutible del mercado con unos números que despertaban la envidia de Microsoft y Sony, es ahora un enfermo crónico, en parte por los errores, admitidos y reconocidos por Nintendo, en parte por el bullying que ha sufrido de compañías como EA y otras grandes distribuidoras, que nunca se han sentido a gusto compitiendo contra la misma Nintendo.

Nintendo tiene una dura lucha por delante. Sabe que necesita las mismas compañías que le dieron la espalda, para ofrecer un catalogo que evite que suceda otra muerte prematura como la de Wii.

Microsoft, el alumno aventajado

En el otro extremo tenemos Microsoft, que después de años de gastos por entrar en el mercado, por fin lleva consiguiendo beneficios desde hace un tiempo con su consola, Xbox 360. Se puede decir, eso sí, que estos son un pequeño charco en el gran lago de dinero que genera cada año la compañía de Redmond.

Pero considerando que ha sido una de las pocas aventuras de expansión a otros negocios mas o menos fructíferas, (sólo cabe recordar como salió lo del Zune), sin duda estarán satisfechos, e incluso se mojan a decir que ellos no tienen ninguna prisa en esto de la nueva generación.

No es de extrañar. Xbox 360 está viviendo una segunda juventud gracias a Kinect. Esta nueva forma de control está consiguiendo que aun después de tantos años en el mercado siga en plena forma. En un gran momento de lucidez Microsoft miró a Nintendo y no se copió, sino que creó su propia visión de un tipo de controles que pudiera atraer a todo tipo de público.

Y funciona muy bien. Desde Redmond seguramente se pregunten si realmente quieren afectar las ventas de su consola, que se mantiene mucho mejor que sus competidores, con no sólo una nueva consola, sino con el anuncio de una nueva consola. Porque es evidente que habrá nueva consola por mucho que nieguen los de Microsoft, y es que cuando el rio suena…

Al fin y al cabo, si se cumplen las expectativas, aunque Wii U significará una mejora considerable respecto a Xbox 360, esta podría aguantar el tirón gráfico de Wii U, al menos unos meses mientras Xbox 720 se prepara para asaltar el mercado.

Por lo tanto Microsoft se encuentra en una situación privilegiada. Puede ver, esperar y reaccionar en consecuencia, mientras su consola sigue haciendo dinero al menos durante un año más. Si algo se ha demostrado en este sector, es que llegar primero, no siempre es sinónimo de éxito y Sega puede dar buena fe de ello.

Sony, el rey destronado

Y por último toca hablar de Sony, haciendo así un fino paralelismo a su actual situación, porque no cabe duda que la gran perdedora de la generación actual ha sido su PlayStation 3.

Líder durante dos generaciones seguidas, Sony perdió su hegemonía en el sector en esta última generación. ¿Razones? Muchas y variadas que no vamos a ver aquí, aunque podemos decir una al menos, el precio de salida. El resultado lo hemos visto, ahora mismo PlayStation 3 es la consola menos vendida de las tres y un bajón muy considerable respecto a PlayStation 2, ha acarreado severas pérdidas en la sección a la que pertenece, costando mucho esfuerzo llevarla a un nivel de ventas decente.

Desde Sony advierten que seguramente sean la última en llegar. ¿Será cierto? Personalmente creo que sí. Siguiendo con la analogía de los barcos, PS3 es un enorme barco que ha costado tanto llevarlo a flote, que lo mejor es que llegue a buen puerto y no hundirlo antes de tiempo. Básicamente, PS3 aún puede hacer dinero, después de tanto esfuerzo para que lo haga, hundirla no seria beneficioso.

Tras tanto hablar de los diez años de vida de PS3 quizás Sony no lo consiga, pero muy posiblemente su deseo sea acercarse lo más posible, aunque sea por necesidad más que por la excelente salud de su PS3. De todas formas la compañía volverá con fuerzas. Ha estado en lo más alto y puede volver ha estarlo.

Conclusión

Parece ser que Microsoft y Sony se mantendrán expectantes, al menos por un tiempo, mientras Nintendo prepara su nuevo triple mortal, un nuevo golpe de efecto que la lleve otra vez a lo más alto. Una por necesidad, otra por falta de ella, pero sin duda, las tres ya tienen las consolas en sus últimas fases, sólo resta ver como jugarán sus cartas.