Cómo y dónde asentarse con una facción nómada en Total War Attila

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Uno de los momentos más dramáticos en Total War Attila jugando con facciones nómadas llega a la hora de asentarse. Y lo es porque nunca es fácil y tenemos muchas preguntas cada vez que queremos tomar la decisión de buscar un hogar para nuestro pueblo.

Es un tema que tratamos someramente en nuestra guía para sobrevivir a la primera campaña con una facción nómada, que por si os interesa la hicimos con los Visigodos, y por continuar con la tradición, esta la hemos hecho también con ellos.

Total War Attila fertilidad

Una de las principales cosas que debemos tener en cuenta es la fertilidad. Como ya os hemos comentado en varias guías, desde el año 400 en la campaña, se producirá un cambio climático que afectará a las tierras Europeas de norte a sur turno a turno, bajando la fertilidad de las tierras y recrudeciendo los inviernos.

Teniendo esto en cuenta, algunas de las zonas más fértiles que vamos a encontrar estarán en el Mediterráneo occidental. El lugar de inicio de la mayoría de facciones nómadas está dentro o cerca del Imperio Romano de Oriente, y aunque no sean tierras poco fértiles, tampoco ofrecen nada del otro mundo una vez que comienza el cambio climático.

Por lo tanto, emular a los Visigodos y poner rumbo a Hispania no sólo es un paso histórico y atractivo, sino que es lógico. Por ello, lugares como la costa mediterránea francesa donde tenemos ciudades como Aquae Sextiae y Narbo, y el levante español son lugares perfectos para ocupar asentamientos.

No sólo por la fertilidad, también debemos tener en cuenta la presencia enemiga y cómo podemos defender el lugar. Por ejemplo: debido a problemas técnicos en una partida me asenté en Raetia Noricum –justo al norte de Liguria y Venetia– y los problemas para defenderla eran múltiples: Roma al sur, defendiendo sus territorios y bárbaros al norte, este y oeste en busca de su propio hogar. Un despropósito. Por ello, en cada partida debemos valorar dónde estamos, qué tenemos alrededor y a qué zona fértil nos conviene más ir.

Una vez que tenemos nuestro lugar para desarrollarnos como facción sedentaria, empiezan los problemas. Seguramente tendremos déficit de alimentos y de ingresos. El balance negativo puede ser muy duro y tentarnos a abandonar. Pero en general es tan sencillo como reparar edificios, convertirlos a nuestra cultura si podemos y construir granjas.

Cuando hayamos arreglado los problemas de compatibilidad culturales con los edificios, tendremos mucho mejor balance y podremos mirar al futuro con tranquilidad. Con esto conseguido, continuaremos la partida casi como cualquier otra. Casi porque tendremos graves disturbios debido a ser una cultura invasora.

Por ello necesitamos que las tropas estén fuertes –no nos valdrá de nada conquistar una ciudad si nos destrozan el ejército–, construir Casa del Jefe y Centro del Pueblo –y de este edificio derivar a Puestos del Mercado o Sala de Reuniones–. No nos debemos olvidar de construir Bosque Sagrado –las revueltas religiosas son muy delicadas de tratar y es importante aculturar las regiones– y edificios sanitarios para evitar tener miseria y mejorar el orden público.

En el plano diplomático no nos conviene emprender nuevas guerras. Estamos en un momento en el que necesitamos estabilidad, por ello, aunque con Roma nos será imposible firmar la paz, sería interesante no habernos enfrentado con demasiados pueblos germánicos, y especialmente haber evitado la enemistad con los Hunos, que nunca sabremos por dónde aparecerán ni qué harán.

Pasados los suficientes turnos, tendremos un balance positivo de alimentos y de ingresos monetarios, es probable que tengamos buenas relaciones con otras facciones –en especial enemigas de Roma– y podremos continuar nuestra partida como si empezáramos de cero con cualquier otra facción, emprendiendo guerras con el objetivo de mejorar nuestro Reino.

Eso sí, si mientras estabilizamos la situación de las ciudades conquistadas –normalmente tomaremos dos ya que tendremos un par de ejércitos– vemos la posibilidad de tomar otro par de ciudades de Roma o de un pueblo germánico malherido y no nos costará ir a la guerra con varias facciones más, tomar estas ciudades es un paso natural y casi obligado. Pero siempre con cuidado.

En Xombit Games ya os hemos dado consejos para sobrevivir con la Roma de Occidente y para arrasar con los Gautas. También os puede interesar conocer las unidades de la Roma de Occidente, la de Oriente, de los Sasánidas, de los Gautas y de los Hunos.

¿Te has asentado con éxito con una facción nómada? ¡Cuéntanos tu experiencia!

Archivado en Guía, Total War, Total War Attila
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